Manos unidas trabaja para reducir el tráfico de niñas en la india


Manos Unidas trabaja para reducir el tráfico de niñas y mujeres en la ciudad de Ranchi, capital del estado de Jharkhand (India), a través de la campaña ‘No hay justicia sin igualdad’, que se centra en la promoción y el desarrollo de la mujer en todo el mundo.
En 2013 la campaña está contribuyendo a mejorar la salud comunitaria a través del cuidado del medio ambiente y está fortaleciendo la participación de las mujeres en la toma de decisiones en el seno de la familia. En agosto, el programa se ha centrado en en la ciudad de Ranchi, situada en Jharkhand, al norte de India, una zona donde el tráfico con fines comerciales de mujeres y niñas tribales es un problema de difícil solución, ya que los altos índices de pobreza, vulnerabilidad e incultura hacen que ese “comercio” no deje de incrementarse.
En este sentido, la organización denunció que el tráfico de personas, principalmente de mujeres y niñas, es una de las violaciones más graves de la dignidad y los derechos humanos e indicó que el matrimonio forzoso es, en muchas ocasiones, la fachada tras la que se oculta este tráfico.
Asimismo, manifestó que el tráfico de niñas y mujeres se debe al desconocimiento de los derechos que amparan a las personas y a la corrupción que impera en algunas instituciones públicas que llevan a hacer la vista gorda ante este problema.
Manos Unidas ejemplificó la situación narrando el testimonio de Anamika, una joven de 16 años, víctima de tráfico en la India debido a que su madrastra la vendió a un hombre “que aparecía por la aldea de vez en cuando” debido a los problemas económicos que sufría su familia.
En relación a esta situación, la ONG explicó que el programa para la reducción del tráfico de niñas en la India, que se desarrolla en 30 aldeas del distrito de Bero, al oeste de Ranchi, tiene como objetivo lograr que los individuos más vulnerables, especialmente las niñas y las mujeres tribales, consigan aumentar su autoestima, reducir su dependencia económica, aumentar su nivel sanitario y conocer sus derechos, para que así sean conscientes de su dignidad como personas y sepan defenderse de los peligros que las rodean.

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