Bogotá, 10 dic.- Los colombianos celebraron el Día Internacional de los Derechos Humanos con diversas actividades que incluyeron marchas, coloquios y hasta un acto de perdón público protagonizado por el presidente, Juan Manuel Santos, en nombre del Estado.
En un país que todavía sufre un conflicto que el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tratan de concluir en las negociaciones de La Habana, las conmemoraciones se organizaron con especial dedicación.
El Gobierno de Juan Manuel Santos, que ha reconocido por primera vez en la historia la existencia de un conflicto y de sus víctimas, presentó hoy el documento "De la violencia a la sociedad de los derechos", elaborado durante los últimos tres años por distintos sectores sociales.
Este documento presenta una propuesta de política integral de Derechos Humanos para el periodo entre 2014 y 2018, que tenga un perfil de Estado y no de Gobierno.
"Esta es la piedra angular de una política que nos va a pertenecer, de verdad, a todos y que demuestra nuestro compromiso desde la sociedad civil, desde el Estado y la comunidad internacional con la protección y respeto de los derechos humanos en Colombia", afirmó Santos.
En su discurso mencionó en varias ocasiones al líder sudafricano Nelson Mandela, justo cuando gran parte de los jefes de Estado y Gobierno del mundo le despedían en Johannesburgo, y dijo que sin perdón no hay paz, por eso pidió disculpas públicas a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó.
Esta comunidad, asentada en la zona bananera de Urabá (Antioquia, noreste), se estableció en 1997, durante una época de intensa violencia entre paramilitares de derecha y guerrilleros izquierdistas por el control de la región, y sufrió después masacres que acabaron con al menos 190 de sus integrantes.
Las autoridades, incluido el presidente de entonces, Álvaro Uribe, acusaban en la década pasada a los integrantes de esa comunidad de auxiliar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por lo que la Corte Constitucional instó al Estado a retractarse.
"Reconozco en la Comunidad de Paz de San José de Apartadó una valiente reivindicación de los derechos de los colombianos que, no obstante haber padecido el conflicto en carne propia, ha persistido en su propósito de alcanzar la paz para el país", dijo Santos.
También en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá se celebró un acto en el que víctimas y defensores de los Derechos Humanos debatieron sobre cómo crear conciencia a través del arte y la cultura.
En esta conversación participaron el representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Todd Howland; la embajadora de Suecia, Marie Andersson; el director de la televisión bogotana Canal Capital, Hollman Morris y representantes del medio artístico.
En Cali, en el suroeste del país, más de mil personas participaron en una marcha en contra de la violencia que afecta a la ciudad, en una movilización llamada "Luchemos unidos en contra del homicidio y las armas" que atravesó la Calle Quinta, una de las arterias de la ciudad.
Esta movilización fue convocada por la Arquidiócesis de Cali, y los asistentes pidieron que se decrete la prohibición del porte de armas de fuego, ya que el 90 % de los hechos violentos en la ciudad involucraron este tipo de armas.
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