Margallo afirma que en Gibraltar todo el mundo habla español salvo los monos

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, manifestó que en Gibraltar "todo el mundo habla español salvo los monos" y aseguró que el Peñón es "una colonia como la copa de un pino".

Así se expresó el ministro durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores para informar de las prioridades, líneas principales de actuación y expectativas de España en su presencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como miembro no permanente.

Preguntado por la diputada socialista Trinidad Jiménez acerca de si se va a cerrar la sede del Instituto Cervantes en el Peñón, Margallo respondió que la institución está valorando cerrar esta sede y abrir una en Singapur, ya que en Gibraltar "todo el mundo habla español, salvo los monos".

En ese sentido, el ministro subrayó que la posición del Gobierno en relación con Gibraltar es que "se cumpla a la legalidad internacional", lo que quiere decir que se cumplan las resoluciones de la ONU para que los dos partes terminen con un "conflicto colonial, porque tiene mandangas que el embajador británico diga que no es una colonia, que lo es como la copa de un pino. Hay que restituir la soberanía española".

Del mismo modo, Margallo recordó que Gibraltar no forma parte parte del espacio Schengen ni de la Unión Aduanera, por lo que apeló a que "hay que acabar con una situación artificial", ya que "un territorio sin ningún recurso natural es la cuarta potencia económica del mundo. No queremos que haya contrabando de tabaco, que no haya tasa del juego del 1%, que no haya impuesto de sociedades del 10%, que no cometan delitos medioambientales en zonas sujetas a la protección medioambiental".

En Gibraltar, según Margallo, se mantiene "lo sostenido por la diplomacia española desde Utrecht en temas de soberanía. Colaboración toda, pero igualitaria porque considerar que las tres partes tenemos la misma legitimidad internacional es una broma de mal gusto".

A su vez aseguró que "ningún español, que sea español, acepta a Picardo como ministro principal de Gibraltar" porque no se reconoce desde determinados ámbitos internacionales la constitución de Gibraltar.

Además, lamentó que en el asunto de Gibraltar los españoles no tengan la "unanimidad" de los británicos en el asunto. "En fin, es lo que nos ha tocado. Qué se le va a hacer", aseveró.

Margallo aseguró que mientras sea ministro no habrá ningún acto que reconozca la soberanía sobre el istmo que fue "usurpada en situaciones muy trágicas" (una epidemia de fiebre amarilla en 1815).