Según el texto, "202.168 miembros, simpatizantes y militantes de Amnistía Internacional, procedentes de 150 países, piden la liberación inmediata y sin condiciones" de los activistas Wafaa Charaf y Oussama Housne.
AI, que los considera "presos de opinión", afirma que Wafaa Charaf, de 28 años, "fue secuestrada y maltratada por unos desconocidos tras participar en unas protestas obreras en la ciudad de Tánger el 27 de abril (de 2014)".
En ese momento se presentó una denuncia y las autoridades abrieron una investigación, "pero ésta no llevó nunca a nada porque Charaf fue detenida y acusada de denuncia calumniosa de un crimen inexistente", según la ONG.
La joven fue condenada el 21 de agosto de 2014 a un año de cárcel y a una multa de 50.000 dirham (unos 4.500 euros) en concepto de daños y perjuicios a la policía.
El 12 de octubre, la corte de apelación revisó su pena al alza, y la fijó en dos años de prisión.
El caso de Oussama Housne, de 23 años, es similar, según AI.
"Fue secuestrado, quemado y violado por desconocidos (...) Un video de estas agresiones publicado en Youtube por otro activista llevó a la apertura de una investigación", pero al final fue también "condenado por denuncia calumniosa", señala Amnistía Internacional.
La ONG considera que "el cargo de falsa acusación nunca debería emplearse contra personas que denuncian haber sido víctimas de tortura".
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