Mas opta por quedarse en 'segundo plano' en las negociaciones de su investidura

    • El president delega en sus negociadores todo el peso de las conversaciones con la CUP.
    • Un fuerte sector de los anticapitalistas presiona para cerrar un acuerdo cuanto antes.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP para desatascar cuanto antes la investidura siguen en marcha, con mejor clima y sin presencia del president. Es lo poco que trasciende de unas conversaciones blindadas a cal y canto y que se celebran en un entorno hermético.

Fuentes cercanas a esas negociaciones explican que Mas se ha apartado de la mesa de encuentro y que mantiene un perfil 'bajo' para no entorpecer ni crispar unos contactos que la formación ha delegado en sus 'negociadores', entre ellos, el líder de ERC, Oriol Junqueras.

El president ha asistido a varias reuniones con miembros de la CUP, una de las más sonadas, tras recibir el primer 'no' de la formación anticapitalista en la sesión de investidura en el Parlament. Entonces, el clima fue tenso y la propuesta de Junts de una presidencia de tipo 'coral', con su poder más diluido, fue rechazada de plano.

Ahora, el esquema de situación es el siguiente, simplificado: la última oferta de Junts pasa por aceptar una veintena de puntos considerados esenciales para la CUP y que conforman su plan de emergencia social, entre ellos, la garantía de suministros de servicios básicos a colectivos vulnerables, la creación de una banca pública o la paralización de las privatizaciones.

Los anticapitalistas han aceptado de buen grado ese paso de acuerdo, aunque la línea roja de no facilitar la investidura de Mas sigue marcada. Entre tanto, ambos siguen apremiados por el tiempo, y por una fecha, el 9 de enero, límite para cerrar un acuerdo según el reglamento parlamentario. Los de Baños quieren, no obstante, presionar para que éste avance en torno al 27 de diciembre, día en que la formación ha convocado una Asamblea Nacional para decidir la postura final sobre la investidura y a la que, según han advertido, quieren acudir con "acuerdos concretos y no con una hoja en blanco".

Este miércoles, el candidato de Democràcia i Llibertad, Francesc Homs, avanzó que ese acuerdo llegaría antes de final de año. Impresión compartida con el líder de ERC, Oriol Junqueras, quien también en los últimos días ha comentado que las negociaciones están enfiladas y que su cierre es inminente. De acuerdo al entorno de Junts, el acuerdo final incluye a Mas.

El president en funciones prefiere mantener una postura más discreta y templar las euforias. Si bien ha admitido hoy que "cada día que pasa es un día que ganamos a favor de que las cosas se resuelvan sin elecciones", ha advertido también de que no existe "ninguna garantía" de que finalmente no se celebren comicios. Como tampoco, de que el acuerdo llegue en los tiempos antes avanzados.

El clima entre ambas formaciones ha mejorado sensiblemente en las últimas semanas, resultado también del evidente desgaste que las negociaciones están provocando en ambos frentes y al propio procès. Los últimos en advertirlo han sido varios dirigentes históricos de CUP, que han optado por pasar a la acción tras mantenerse en silencio desde los pasados comicios.

En el "Manifiesto de apoyo al proceso independentista, en el 30 aniversario de la muerte de Quim Sánchez", difundido este mismo miércoles, critican la "mala gestión de estos últimos meses, las dudas e incomprensiones que se han generado" y advierten del riesgo de ir de nuevo a las urnas. El sector preciona para que la CUP firme un pacto cuanto antes o el procès puede estar acabado.

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