Más problemas para Rousseff: su popular alter ego en internet deja de apoyarle

  • El mismo día que se conoció que apenas un 10% de los brasileños aprueban su gestión, la presidenta Dilma Rousseff sufrió un nuevo abandono: su fiel y deslenguado perfil satírico en internet, Dilma Bolada (Irritada), anunció a sus más de dos millones de seguidores que dejará de apoyarla.

"Dilma no necesita mi apoyo en su Gobierno, ni el mío ni el de nadie que votó por ella. (...) Cambió el Gobierno por el cargo. No es el gobierno que yo y más de 54 millones de brasileños elegimos", anunció en su perfil personal de Facebook Jeferson Monteiro, el publicista que creó a Dilma Bolada en 2010.

Simpatizante reconocido del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Monteiro nunca ocultó su apoyo a Rousseff, a la que pudo conocer personalmente en Brasilia, aunque siempre negó que fuera un empleado del gobierno.

Con apenas 20 años este joven de Rio de Janeiro concibió a Dilma Bolada, una delirante alter ego de Rousseff que se describe a sí misma en las redes como "Reina de la Nación, Diva del Pueblo y Soberana de las Américas".

Las aventuras de esta musa pop a las riendas del mundo -que tan pronto puede comentar los 'realties' de moda, como coquetear con Obama o salir de fiesta con Rihanna- son seguidas por más de 1,6 millones de abonados en Facebook, 472.000 en Twitter y 115.000 en Instagram.

Pero las concesiones de la presidenta real a sus aliados del PMDB, a quienes podría haber ofrecido más ministerios para seguir contando con su apoyo en medio de la crisis, según informa la prensa local, podrían haber forzado la separación definitiva de las dos Dilmas.

"Probablemente mi 10% de aprobación es de los banqueros, los afiliados al PMDB y sus respectivos familiares", afirmó este miércoles el perfil satírico en Twitter.

Monteiro, que afirmó que haber creado a la histriónica versión de Rousseff le había "cambiado la vida", fue también un gran apoyo para la presidenta en la disputada carrera electoral de 2014.

Pero, aunque Dilma Bolada siga existiendo, ya no defenderá la gestión de Rousseff.

"Amor, yo no cambié de lado. Quien cambió de lado fue mi otra YO, también conocida como Rousseff", respondió el personaje a la pregunta de un seguidor en Twitter.

Mientras, la verdadera presidenta de Brasil sigue sin respiro: su nivel de aprobación es de apenas un 10%, según un sondeo divulgado el miércoles, en el que marcó uno de los peores registros históricos para una figura presidencial desde la vuelta de la democracia tres décadas atrás.

rs/ja

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