Masacre embajada España en Guatemala fue una "operación policial clandestina"

  • La masacre de 37 personas en la embajada de España en Guatemala, el 31 de enero de 1980, fue una "operación policial clandestina" ejecutada por la Policía Nacional (PN) de ese país, según aseguró hoy la Fiscalía durante la fase de conclusiones del juicio por aquella tragedia.

Guatemala, 12 ene.- La masacre de 37 personas en la embajada de España en Guatemala, el 31 de enero de 1980, fue una "operación policial clandestina" ejecutada por la Policía Nacional (PN) de ese país, según aseguró hoy la Fiscalía durante la fase de conclusiones del juicio por aquella tragedia.

La fiscal Hilda Pineda afirmó que la masacre fue cometida con "planificación" y "coordinación" por los agentes de la PN, quienes estaban bajo el mando de Pedro García Arredondo, único procesado por los hechos.

"Esto no fue una coincidencia, ni un accidente", subrayó la fiscal, que solicitó una pena de 30 años de cárcel para Arredondo por cada una de las 37 víctimas.

"No podemos obviar que lo sucedido tuvo todas las características de un operativo de inteligencia", agregó Pineda, durante una intervención de poco menos de tres horas.

La masacre se registró cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar de Guatemala que dirigía el general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la embajada española, después de que fuera ocupada por campesinos guatemaltecos.

En el asalto murieron quemadas 37 personas, entre ellas el cónsul español, Jaime Ruiz del Árbol Soler, y sus compatriotas y empleados de la delegación Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez.

También fallecieron Vicente Menchú y Francisco Tum, padre y primo, respectivamente, de la premio Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú, quien fue la primera testigo de la Fiscalía en contra del ex jefe policial y quien además es querellante en el caso.

El ex vicepresidente guatemalteco Eduardo Cáceres Lehnhoff y el excanciller del país Adolfo Molina Orantes, quienes se encontraban de visita en la representación consular, fueron otras dos de las víctimas de la masacre.

García Arredondo, de 69 años, dirigía un comando de la ahora extinta Policía Nacional y, según las investigaciones de la fiscalía, fue quien dio la orden de incendiar la embajada española, que había sido ocupada por un grupo de campesinos y estudiantes que denunciaban la represión militar.

El ministerio público resaltó en su alegato final las pruebas exhibidas y las declaraciones de testigos durante el juicio, que empezó el 1 de octubre pasado ante el Tribunal B de Mayor Riesgo, y con las que supuestamente se probó la responsabilidad del acusado.

"En su posición de jefe del comando 6 de la PN, García Arredondo fue partícipe en grado de autor del asesinato de las 37 víctimas, quienes se encontraban en total indefensión", aseveró la fiscalía.

"García Arredondo tuvo control directo de lo que sucedía", añadió.

El embajador de España en Guatemala en aquel momento, Máximo Cajal y López, y el campesino guatemalteco Gregorio Yujá fueron los únicos supervivientes del asalto.

Yujá, sin embargo, fue secuestrado dos días después de la masacre y su cuerpo apareció, con signos de tortura, el 2 de febrero de 1980 en la rectoría de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala.

García Arredondo fue capturado el 24 de julio de 2011 por la desaparición forzada, el 9 de junio de 1980, del estudiante universitario Edgar Saenz Calito, delito por el que fue condenado a 70 años de prisión.

El debate oral y público continuará con las conclusiones de la defensa. EFE

jcm/ie/fpa

Mostrar comentarios