Matemático: La profesión del presente y... con futuro

    • Los titulados en Matemáticas se caracterizan por ser muy imaginativos en sus planteamientos, lo que les permite ejercer profesiones que, en principio, podrían parecer lejanas a su formación.
    • La EPA de la pasada primavera destacaba entre sus datos que los matemáticos y estadísticos fueron los profesionales con menos paro en 2014, con un tasa del 5,7 por ciento.
Los alumnos andaluces y baleares, los más motivados para estudiar matemáticas
Los alumnos andaluces y baleares, los más motivados para estudiar matemáticas

La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada el pasado mes de mayo revelaba que los matemáticos y los estadísticos son los profesionales que menos paro sufren en España, con una tasa de desempleo de tan solo un 5,7 por ciento. Las razones de su elevada demanda son diversas: por un lado, las empresas los buscan por su gran formación en distintas áreas, como informática, economía o estadística, y, por otro, los titulados en Matemáticas se caracterizan por ser muy imaginativos en sus planteamientos, lo que les permite ejercer profesiones que, en principio, podrían parecer lejanas a su formación.

La EPA de la pasada primavera destacaba entre sus datos que los matemáticos y estadísticos fueron los profesionales con menos paro en 2014, con un tasa del 5,7 por ciento, por delante de los trabajadores de la seguridad y de los titulados en Derecho, que tenían una tasa del 7,45 y del 10,63 por ciento, respectivamente. Para el decano de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Díaz-Cano, su profesión “está, técnicamente, en lo que se llama pleno empleo”.

¿A qué responden estos buenos datos? “Es algo que veníamos observando desde hace tiempo, pero no tengo muy claro cuál es la razón específica. Hace unos 15 años, los titulados en Matemáticas tenían como salida laboral la docencia o la investigación, y eran campos muy limitados. En los últimos años esta tendencia ha cambiado y el mercado laboral se ha ido ampliando poco a poco para ellos. Son demandados por empresas tecnológicas, por consultorías y por el sector bancario, entre otros”, explica Díaz-Cano. Según el decano, “la Universidad se ha ido adaptando poco a poco a estos cambios y, concretamente, la Facultad de Matemáticas de la Complutense ha ido ofertando, además del título de Matemáticas –que actualmente es un Grado–, otras titulaciones que facilitan que los alumnos lleguen al mercado laboral más preparados”.

En la actualidad, los alumnos de Matemáticas de la Complutense pueden acceder, además de al Grado de Matemáticas, al título de Ingeniero Matemático, y a una titulación de Matemáticas y Estadística. A estos se añaden tres dobles grados, que son: Matemáticas y Física, Matemáticas e Informática y Matemáticas con Economía. Preguntado sobre si el aumento de la demanda laboral ha hecho que crezca el número de alumnos en la carrera, el decano responde: “Sí, respecto a la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense, que son los datos que yo domino, hace 10 o 12 años entraban unos 140 alumnos por curso. El año pasado, que es el último del que tenemos estadísticas, se matricularon 320 nuevos alumnos. En solo una década, el número de plazas de nueva matrícula se ha duplicado. Además, todas las plazas en el curso 2014-–2015 se cubrieron en julio, lo que pone de manifiesto el interés por estos estudios”.

El aumento del número alumnos y las diferentes titulaciones ofertadas han hecho, según nos explica Antonio Díaz-Cano, que “la demanda de profesionales de la Matemática se haya internacionalizado, y puedo decir que la formación de nuestros alumnos está a la altura de la de cualquier alumno de los países de nuestro entorno. Incluso, nos llegan comentarios desde otros países sobre la buena formación de nuestros alumnos, lo que es un orgullo para el personal docente de esta facultad”.
Sobre la capacidad de la Complutense para aumentar el número de plazas, el decano explica que es un proceso lento y que se debe hacer poco a poco, en función de la coyuntura económica de la universidad, aunque está convencido de que, “si se sacaran más matemáticos al mercado laboral, éste los absorbería sin ninguna dificultad”.
“La opinión pública debería dejar de asociar a un profesional de las Matemáticas con la docencia o la investigación, ya que, en la actualidad, se pueden encontrar en cualquier ámbito del mercado laboral”, insiste el decano.El trabajo de matemático

La influencia de los matemáticos en la vida diaria es importante y, a veces, imperceptible para cualquier ciudadano. Por ejemplo, el matemático Miquel Salicrú ha sido el encargado de diseñar los horarios de la red de autobuses de Barcelona, mientras que otro equipo de colegas controla la puntualidad del metro de la Ciudad Condal. Estos matemáticos han diseñado una fórmula para conseguir que se mejore el servicio del transporte público de Barcelona en función de la utilización por parte de los usuarios y teniendo en cuenta variables como el tráfico o el momento del día de que se trate.

Su efectividad ha llevado a grandes empresas de distribución y comercio, como Eroski, Mercadona o Zara, a contratar matemáticos para que diseñen las rutas de reparto de sus camiones, para hacerlas más efectivas y ahorrar costes. En los sectores bancario y asegurador, realizan fórmulas que predicen los riesgos. Pero, quizás, donde más influencia tengan es en el sector de las nuevas tecnologías, que es en el que están más implantados los matemáticos. Ellos han sido los responsables de formular el “algoritmo de Google”, un elemento tan complejo que llega a ser hasta misterioso y bastante complicado de entender para los neófitos en la materia.

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