Mauricio Valiente: "Lo de Tania Sánchez es un fracaso, integrarse en Podemos no era el objetivo"

    • "No compartí su decisión. Ella considerará que lo que ha hecho es coherente, nosotros tenemos más ambición", afirma el ex 'alcaldable' de IU en Madrid, sobre la integración en Podemos.
    • Candidato a las primarias de 'Ahora Madrid', su apuesta es la unión de la izquierda: "Utilizar las siglas como un espantajo para sabotearla es un error, y oculta unos mezquinos intereses de sillones".
Mauricio Valiente, con Tania Sánchez, en foto de archivo.
Mauricio Valiente, con Tania Sánchez, en foto de archivo.

Tras meses peleando una 'guerra de siglas', Mauricio Valiente (Madrid, 1966) cierra ahora filas en torno a 'A por ellos', su candidatura para las primarias de 'Ahora Madrid', y con la que, finalmente, converge con Podemos en las municipales madrileñas. Pero su nombre, como el de Tania Sánchez, sigue inevitablemente unido a una fractura en IUCM que parece lejos de estar cicatrizada. Con ella formaba tándem electoral y compartía un proyecto de confluencia "blanca" que les enfrentó con el sector oficialista, partidario de mantener la identidad de IU en las papeletas. Los airados desencuentros dejaron a la federación madrileña al borde del colapso, y se escenificaron con la abrupta salida de Sánchez, y después la suya. El exdiputado madrileño no disimula críticas a las maneras de la exdiputada, marca las líneas rojas al partido de Pablo Iglesias y sigue hablando en plural cuando se refiere a IU.

¿Se siente ya más fuera que dentro de IU?

Yo no me he ido de IU, me echan en unas circunstancias muy difíciles para la organización y por un procedimiento que me parece totalmente arbitrario e injusto. Aún así, considero que estoy cumpliendo con lo que es la política de la organización que es la que hemos decidido, y que es una apuesta que puede situar a la izquierda política en el centro de las alternativas que se están construyendo para cambiar la ciudad de Madrid. Aunque formalmente me vea fuera de la organización creo que estoy actuando lealmente con lo que hemos acordado en nuestros congresos.

Usted convocó una consulta que dio luz verde a la confluencia en 'Ahora Madrid', pero la de IUCM dijo sin embargo lo contrario. ¿Qué se supone que es entonces lo que avala la militancia?

Lo que avala la militancia de IU fueron las primarias que hicimos el 30 de noviembre, con interventores en las mesas, con censos validados, con apoyo de la dirección federal y que dio un resultado de mi candidatura con más de 60 por ciento a favor. En esa candidatura, planteaba de forma clara como elemento central la apuesta por la confluencia. Además, el 4 de octubre habíamos hecho una asamblea de Madrid y la apuesta por Ganemos Madrid por construir una candidatura de unidad popular fue el elemento central. Por lo tanto, la comparación con ese referéndum que desde nuestro punto de vista no tuvo ningún tipo de garantías no tiene sentido. Creo que tengo el apoyo mayoritario de la afiliación de la ciudad de Madrid y creo que ese apoyo lo han refrendado las asambleas de prácticamente todos los distritos. El sentido común y la constatación de los actos que hechos hecho durante estos meses también lo avalan: todos ellos han quedado saturados por compañeros. Mientras tanto, la dirección de IUCM sigue hablando de unos números que no son contrastables.

En esta guerra interna ha dado la impresión de que una cuestión de siglas puede incluso más que todo un proyecto de partido…

A mí lo que me ha guiado es apostar por una idea de fuerza que todo el mundo entiende. Si vamos unidos todos los que nos hemos movilizado contra los recortes estaremos en condiciones de derrotar al bipartidismo, que es el que ha permitido todo este entramado político. La izquierda siempre ha avanzado cuando ha tenido esa unidad, en la República, en la Transición, incluso cuando se creó IU… Utilizar las siglas como un espantajo para sabotear lo que ha sido el proceso de unidad también con sus contradicciones, que nadie oculta, pero también con la gran esperanza que supone para la ciudad de Madrid, es un error, y oculta la defensa de unos intereses mezquinos de sillones y de escaños, que si la comparamos con el momento que estamos viviendo, y la oportunidad que tenemos por delante no ofrece ninguna duda.

¿Para usted, el futuro de IU pasa entonces inexorablemente por Podemos?

No, Podemos es una fuerza que representa un malestar en un sector muy amplio de la población, pero el futuro de la izquierda pasa por la unidad popular, por los procesos de participación popular, por ser capaces de construir una alternativa, con Alberto Garzón y con la idea de un nuevo país, de un proceso constituyente. Y eso sólo se puede hacer sumando. Si nos quedamos con las disputas de siglas, perdemos.

Pero Podemos sí defiende sus siglas.

Sí, y por eso no creo que este proceso se pueda plantear como una entrega o como una entrada en Podemos. Al contrario. Lo que hace es llamar la atención sobre la necesidad de unidad, sobre quienes en IU han puesto palos en este proceso y priorizan intereses particulares sobre los intereses de mayoría social.

¿Le gustó la decisión de su compañera, Tania Sánchez?

No compartí la decisión de Tania Sánchez, creo que debilitó las posibilidades tanto en lo interno como en lo externo, pero creo que cada uno es responsable de lo que hace. Y, por lo que he podido seguir, ella tampoco se ha integrado, participa en la lista, pero no en las primarias. No comparto la decisión, la consideré un error. Aunque la respeto. Pasó también un momento muy difícil.

¿Le pidió que la acompañase?

Su decisión nos la comunicó unas horas antes. Evidentemente era una idea que debía llevar dando vueltas un tiempo. Ella nos expuso su posición en la reunión que tuvimos y de una forma muy mayoritaria los compañeros dijimos que no lo compartíamos.

¿Considera un éxito o un fracaso lo que ha ocurrido con su proyecto?

Creo que es un fracaso. Nuestro objetivo era construir una alternativa unitaria donde todos pudiéramos participar y que disputara el poder al bipartidismo, en nuestra ciudad y nuestra región. Es un fracaso colectivo. No se lo achaco solo a ella, aunque creo que cada uno tiene que aguantar su vela. Sin duda no era lo que nos habíamos marcado.

¿Habla con Tania Sánchez?

He coincidido con ella en varias movilizaciones y creo que comparte conmigo que eso no era lo que esperábamos ni por lo que luchábamos. Obviamente ella tomó sus decisiones y considerará que es coherente con lo que puede hacer en este momento. Pero creo que nadie podrá decir que ese era el escenario. Tenemos más ambición, va a ser una batalla larga.

Pareciera una hoja de ruta trazada, todo un paripé para acabar integrado en Podemos…

No era una hoja de ruta y además la prueba es que ahora estamos en la candidatura de 'Ahora Madrid' y ha habido muchas dificultades para acabar en este proceso. Creo que quien lo haya vivido sabe que eso es falso, y además creo que las próximas acciones y los próximos pasos lo demostrarán. Yo defiendo a Alberto Garzón, creo que es el mejor candidato que tiene, no IU, sino la izquierda social y política para cambiar este país.

¿Cree que se lo pondrán fácil?

Evidentemente, hay resistencias de grupos de interés que no han entendido lo que nos jugamos, la importancia del momento que estamos viviendo y que además lo que están defendiendo son sus pequeños espacios de confort en las instituciones. Habrá dificultades pero no van a paralizar esta marea, que está reclamando cambio y unos planteamientos políticos muy firmes.

¿Cómo ve el futuro de IU ahora que ustedes están fuera?

El futuro de IU pasa por cumplir algo que desde hace tiempo teníamos marcado como hoja de ruta que es refundarnos, ser capaces de construir una fuerza con lo mejor de la esencia del movimiento obrero, de la lucha popular, también con nuevas ideas y nuevas formas de organizarse. Creo que el futuro está en la refundación de la izquierda y creo que si hemos tenido dificultades ha sido por nuestra falta de coherencia. Apostar por procesos novedosos, de una gran radicalidad política y luego quedarnos en la gestión de las miserias de lo cotidiano no es coherente. Y el futuro pasa por ser coherentes.

¿Se refiere con ello al tema de Ángel Gordo y Gregorio Pérez?

Están expulsados de IU, así que creo que eso forma ya parte del pasado. No son elementos a tener en cuenta. Creo que tenemos que tener una práctica política muy ligada a la lucha obrera, a los movimientos sociales, a la calle. Ese tipo de formas del pasado, institucionalizadas, con un discurso interno y una forma de actuar oportunista no le dan ninguna oportunidad.

Podemos se ha 'apropiado' de buen parte de las ideas que desde hace años defiende IU, ¿cómo lleva esto y que al tiempo se les llame 'casta'?

No me molesta que se haya apropiado de nuestro programa, al contrario, me enorgullece. Creo que lo que veníamos defendiendo desde hace muchos años era lo correcto y representaba a muchísima más gente de la que estaba apostando por IU. Por tanto, es un elemento de refuerzo que no me molesta en absoluto. Creo que IU tiene un reconocimiento muy claro en su militancia, en sus barrios, en los centros de trabajo, creo que ahí está su fuerza y su programa. Eso significa que no somos casta, que somos pueblo organizado y que representamos lo mejor de las luchas de estos años. Otra cosa es que, como toda organización, si no ejerce su vigilancia democrática, su vigilancia revolucionaria, si me permite este término de nuestra tradición policía, se dan procesos de acomodo, de corrupción, en el peor de los sentidos, que hay que combatir con todas las fuerzas. Creo que eso nos ha perjudicado.

¿Cómo afronta las primarias? Tiene enfrente a una rival dura, Manuela Carmena, por Podemos.

Con respeto al conjunto de las candidaturas. Hay compañeros de Podemos en varias de las candidaturas que se presentan y todas merecen nuestro respeto porque hemos estado luchando con ellos, poniendo en marcha este proyecto. Pero consideramos que contamos con la mejor candidatura, muy ligada a los movimientos de los barrios, a las luchas sociales y además con el mayor acumulado de experiencia en ayuntamientos e instituciones, porque vamos a gobernar. Y participo con toda la ilusión porque en un momento tan difícil como el que hemos vivido hemos sido capaces de afrontar este proceso con mucha fuerza. Creo que no tenemos adversarios, sino compañeros. No lo estoy viviendo como una competencia, sino como un proceso bastante sano y novedoso que va a tener un buen resultado.

¿Temen a Esperanza Aguirre?

No, no tenemos ningún miedo, porque creo que representa el reto que tenemos por delante, que es derogar esa complicidad entre el poder económico y quienes representan a una minoría privilegiada a la que han beneficiado. Derrotarla a ella supone derrotar el modelo de ciudad y de política que hemos vivido en los últimos años. Es un impulso para actuar con más fuerza y movilizarnos.

Hablan de la derrota del bipartidismo, pero vistos los resultados de Andalucía no se puede decir que eso haya ocurrido… ¿Cómo interpreta la debacle de IU?

Creo que refuerza la idea de que sin unidad popular, perdemos. No se trata de sacar cuatro o cinco concejales o diputados más o menos, sino de construir alternativas amplias para derrotar al bipartidismo, porque si no, dejaremos que se consolide. Ése es el mensaje que nos llega de Andalucía, y es lo que tenemos que analizar en IU y también en Podemos. Es un acicate para no resignarnos a un electoralismo y un espejismo de defensa de unas determinadas siglas, sino apostar por la unidad popular. Creo que Andalucía es un escenario particular y creo que las municipales abren otras posibilidades que tendremos que ganar con todas las fuerzas.

¿Cree que Podemos podría acabar también desinflándose?

Toda fuerza que no sea capaz de conectar con esa unidad popular para cambiar, está condenada a la frustración a medio plazo. Nos la jugamos con la gente, con la mayoría social que nos ha apoyado. Si frustramos esa esperanza de cambio por espejismos, no ganaremos.

Dígame tres cosas que no le gustan de Podemos.

No me gusta el verticalismo, creo que tenemos que ser coherentes con la apuesta de nuevas formas de hacer política y hay que priorizar la organización desde la base. No me gusta la falta de pluralidad en la gestión de sus procesos, creo que es un elemento básico que hemos sufrido en todas las organizaciones y que no es bueno para nadie. Y no me gusta que se prime demasiado el efecto electoral sobre la movilización social. Pero no quisiera que esto, que es en respuesta a una pregunta, de una imagen de crítica acerba. Creo que Podemos representa un sentimiento de malestar y no los considero un adversario, sino una fuerza más que pueda apostar por el momento político.

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