Mayúsculas y minúsculas

  • Ortografía política hoy en el Senado, donde el presidente Mariano Rajoy ha explicado en qué consiste hacer política "con mayúsculas", a saber, asumir la responsabilidad tomando medidas contra la crisis, por muy duras que sean, para reparar la maltrecha situación que le han dejado los socialistas.

Antonio del Rey

Madrid, 8 may.- Ortografía política hoy en el Senado, donde el presidente Mariano Rajoy ha explicado en qué consiste hacer política "con mayúsculas", a saber, asumir la responsabilidad tomando medidas contra la crisis, por muy duras que sean, para reparar la maltrecha situación que le han dejado los socialistas.

Le ha propiciado la lección el portavoz de CiU en el Senado, Jordi Vilajoana, quien en la sesión de control ha emplazado al presidente a aclarar a qué se refiere cuando insta a Cataluña a hacer política con mayúsculas.

Porque, según Vilajoana, los nacionalistas catalanes han apoyado todas las reformas emprendidas por el Ejecutivo y la Generalitat ha apostado por la austeridad, con el desgaste que ello le ha supuesto.

Rajoy le ha indicado que cuando el pasado 26 de abril defendió la austeridad y habló de esa política "con mayúsculas" pretendía instar a todos los que tienen responsabilidad pública, incluido él mismo, a actuar "con altura de miras" y tomando medidas, aunque sean duras y difíciles, en busca del crecimiento económico.

A renglón seguido, Marcelino Iglesias, portavoz socialista, ha utilizado la segunda pregunta de la sesión para arremeter contra las prácticas del Gobierno, sobre todo sus recortes en educación y sanidad, por ser opuestos a los compromisos electorales del PP.

Y como la crisis de Bankia está hoy en el trasfondo del debate político, Iglesias, entre aplausos de los suyos, se ha preguntado cómo puede el Ejecutivo encontrar 10.000 millones de euros para un banco con problemas y no para "la salud y la educación de los ciudadanos", sujetos a un tijeretazo por ese mismo valor.

"¿Ve señor Vilajoana lo yo quería decir cuándo dije que hay que hacer política con mayúsculas?", ha arrancado Rajoy en su respuesta al portavoz socialista, para regocijo de la bancada "popular".

El presidente ha detallado entonces las reformas acometidas por su Gobierno para "hacer lo que no se hizo", incluida la del sistema financiero, para lograr una economía más competitiva, haciendo hincapié una vez más en la mala herencia recibida.

Todo ello sin olvidarse de lanzar una pulla al PSOE por su alusión a Bankia: "hasta ahora el único dinero público que se ha dado es del gobierno del PSOE", ha enfatizado, entre aplausos del grupo popular, recordando cómo los socialistas ayudaron a la banca.

Para rematar, Mariano Rajoy ha recurrido de nuevo a su ortografía política y ha espetado a los de la oposición: "no andan ustedes sobrados de autoridad moral y mucho menos para seguir haciendo política con minúsculas".

En la réplica, Iglesias se ha defendido con el argumento de que su "autoridad moral" es la misma que la de cualquier otro senador, y ha tratado de aclarar que la desviación del déficit en 2011 se debió sobre todo a las autonomías, mayoritariamente gobernadas por el PP.

"Yo no me quejo de la herencia, de lo que me quejo es del engaño", le ha contestado el presidente, para quien "con herencia o sin herencia", ha añadido, quedan "muchas" cosas por hacer.

Eso sí, Rajoy ha confesado "notar el apoyo y el calor de una mayoría de ciudadanos" a la hora de seguir con sus políticas.

Tras este "cara a cara", Rajoy ha afrontado otra pregunta de un socialista, el senador del PSC y expresidente catalán José Montilla, quien ha tratado de desprestigiar la cantinela de la herencia porque el uso constante del "retrovisor", le ha afeado, perjudica el "consenso social necesario para hacer reformas".

Montilla ha procurado hacer ver al presidente que la tendencia en Europa no es tanto el recorte del gasto sino apostar por el crecimiento, y ha advertido a los "populares" que corren el riesgo de convertirse en los "últimos mohicanos" de la austeridad.

Pero el jefe del Ejecutivo ha demostrado estar convencido de que su receta es la buena con la siguiente ecuación: "austeridad no es lo contrario de crecimiento, austeridad es lo contrario de despilfarro y, por lo tanto, necesitamos austeridad y crecimiento".

Así que el camino, por mucho que lo critique el PSOE, es para Rajoy seguir con los ajustes para bajar el déficit y cumplir con los compromisos con Europa que ya contrajo su antecesor Rodríguez Zapatero, porque de este compromiso él si se siente "heredero".

Rajoy ha sido muy jaleado hoy por los senadores del PP, que lo han recibido en pie, con un gran aplauso, a su llegada al hemiciclo, después de cruzar el pasillo sin contestar preguntas de la prensa.

Y, a diferencia de lo que ocurrió en su última comparecencia en el Senado, cuando rehuyó a los informadores y salió del palacio por el garaje, esta vez ha abandonado la Cámara Alta por el mismo lugar por el que entró, aunque tampoco ha respondido a pregunta alguna.

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