Berlín, 14 dic.- La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó hoy su "plena confianza" en el presidente federal, Christian Wulff, que se encuentra bajo presión debido a un crédito que recibió en 2008 cuando era primer ministro de Baja Sajonia y que ocultó al Parlamento regional.
"La canciller tiene plena confianza en la persona de Christian Wulff y en la manera de ejercer su cargo", dijo el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.
Según la fuente, Merkel no tiene razón alguna para dudar de lo que ha dicho Wulff al respecto.
El ahora presidente federal recibió en 2008 un crédito de 500.000 euros y lo ocultó al Parlamento de la Baja Sajonia, el estado federado que gobernaba entonces, al ser interrogado sobre sus relaciones de negocios con el empresario Egon Geerkens.
Wulff respondió en su momento negativamente y su oficina ha dicho ahora que ello correspondía a la verdad pese a admitir que, si bien no había relación de negocios con Geerkens, si había recibido un crédito de su esposa, Edith, -con un interés del 4 %- que utilizó para comprar una casa.
Ese préstamo se pagó en su totalidad en 2010 y fue reemplazado por un crédito bancario con un interés más bajo.
La presidenta de Transparencia Internacional, Edda Müller, pidió hoy a Wulff que aclare la cuestión y aseguró que, aunque el presidente no mintió al Parlamento regional, si le ocultó parte de la verdad.
El partido Los Verdes también ha pedido una aclaración exhaustiva y ha planteado la posibilidad de solicitar una investigación parlamentaria.
El presidente del grupo parlamentario verde en la Baja Sajonia, Stefan Wenzel, ha dicho que probablemente Wulff no hubiera llegado a la Presidencia de Alemania si en su momento se hubiera conocido ese crédito.
"Probablemente ni siquiera hubiera sido postulado para el cargo", dijo Wenzel en declaraciones a la emisora RBB.
Por parte de los partidos de gobierno, en cambio, ha habido manifestaciones de apoyo a Wulff.
El secretario de organización del grupo parlamentario de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Peter Altmeier, comentó que en el comportamiento de Wulff no había habido nada jurídicamente reprobable y dijo que había que impedir un debate que dañase la imagen del cargo de presidente federal.
El presidente del Partido Liberal (FDP), socio minoritario de la coalición de gobierno, y ministro de Economía, Philipp Rösler, dijo que no tenía ninguna razón para dudar de que Wulff se había comportado correctamente.
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