El encuentro, cerrado a la prensa, se llevóa cabo en la sede del gobierno alemán.
"Hemos hablado sobre el compromiso de la ONG (International Rescue Committee, IRC) de George Clooney, de su mujer (Amal) y de David Milliband", exministro británico de Relaciones Exteriores y presidente del IRC, indicó luego Merkel en una rueda de prensa junto a su homóloga polaca Beata Szydlo.
"Hemos hablado de las posibilidades de que una ONG y un gobierno trabajen juntos sobre las causas que impulsan a la gente a huir (de sus países)" añadió, asegurando que fue una "muy buena conversación".
Las fotografías oficiales distribuidas por la cancillería alemana muestran a un George Clooney con traje oscuro y corbata, escuchando atentamente a la jefa de gobierno alemana.
En una entrevista con la cadena alemana ZDF, Clooney, de 54 años, que vino a Berlín para participar en el festival de cine con su nueva película "¡Ave César!", declaró: "soy muy consciente de la dificultad de la tarea".
La intención de la entrevista, dijo el actor, era abordar "la mejor manera de ayudar" a los refugiados, además de dar las gracias "a todos los alemanes" que se movilizan para recibir a los refugiados.
El actor había precisado que se reuniría también con refugiados. "He dedicado mucho de mi tiempo a estos temas. Mi interés es total", afirmó.
Pero el diario alemán Berliner Zeitung se interrogó sobre la oportunidad de esta entrevista, al considerar que podría "volverse" contra Merkel.
"La canciller se reúne con un actor en momentos en que, debido a la pérdida de confianza hacia su política migratoria, podría reprochársele que prefiera las luces de Hollywood a resolver los problemas urgentes del país", escribe el diario.
Merkel tuvo el reverso de la moneda al reunirse con la jefa de gobierno polaca.
Szydlo pidió a Merkel un "cambio de rumbo" en su política migratoria, según una entrevista concedida a la prensa alemana.
El primer ministro francés Manuel Valls también abundó en las críticas en otra entrevista, en la que advirtió que la política alemana "no podía mantenerse a largo plazo".
Alemania acogió en 2015 a más de un millón de solicitantes de asilo, lo que le vale a Angela Merkel crecientes críticas en su país.
La ola migratoria procede principalmente de Siria, Irák, Afganistán y otras zonas sumidas en sangrientos conflictos bélicos.
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