París, 2 nov.- Miles de personas comenzaron hoy en la localidad bretona de Quimper la manifestación en favor del empleo en una región muy golpeada por la crisis económica y en contra de la tasa ecológica que el Gobierno quiere imponer a los camiones.
Un importante dispositivo policial rodea la manifestación, ante el temor de que se reproduzcan los enfrentamientos violentos de la semana pasada, que acabaron con decenas de arrestados y heridos, uno de los cuales perdió una mano.
La manifestación tiene varios motivos y ha sido convocada por diferentes grupos, desde la defensa del empleo, reivindicaciones agrarias, de pequeños empresarios, pescadores o trabajadores, hasta los que piden el abandono total de la tasa ecológica.
Ésta, que debía entrar en vigor el próximo 1 de enero, fue aplazada por el Gobierno para calmar la situación, particularmente tensa en Bretaña.
Pero los manifestantes decidieron mantener la protesta, aunque de forma separada.
Las organizaciones locales y el sindicato FO se manifestaron en Quimper, mientras que la mayor parte de los sindicatos nacionales, menos críticos con la tasa ecológica, lo hizo en la vecina Carhaix.
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