Mujica apunta contra la pobreza y apuesta por la difusión del conocimiento

Montevideo.- José Mujica, que asumirá mañana como presidente uruguayo, dijo hoy que la lucha contra la indigencia y la pobreza, y la difusión del conocimiento "a todos los rincones del país", serán dos de los pilares de su administración.

El ex líder guerrillero "Pepe" Mujica, como se le conoce, ratificó, además, que la "austeridad" será la marca de su Gobierno.

"Tenemos el compromiso de intentar que desaparezca la indigencia y bajar a la mitad la pobreza", afirmó durante una conferencia de prensa con los medios extranjeros acreditados para su investidura.

El presidente electo dijo: "Vamos a poner el máximo de esfuerzo por ampliar todo lo que se pueda el conocimiento, en especial en el interior del país".

Además, reafirmó el mensaje que ha repetido casi como una obsesión a los ministros designados y a los legisladores oficialistas sobre la necesidad de "austeridad" en el manejo de los fondos públicos.

La forma de gastar el dinero público "en apariencia no le duele a nadie, pero nosotros vamos a ser avaros y muy cuidadosos", agregó Mujica, que donará el 87 por ciento de su salario a una fundación que construye viviendas para familias desprotegidas.

"No soy un modelo ni un padrón para los demás, pero en los mejores momentos de mi vida no tenía casi nada", recordó el futuro gobernante, de 74 años, que alternará sus actividades oficiales con el cultivo de flores y hortalizas en su vivienda rural de la periferia de Montevideo, donde seguirá viviendo.

"Ni loco" dejaría su casa para mudarse a la residencia presidencial, dijo Mujica, que seguirá compartiendo asados y vino con sus vecinos de siempre.

"Soy agricultor y campesino de alma", enfatizó el ex líder guerrillero, que estuvo preso en duras condiciones antes y durante la dictadura que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985.

Su esposa, Lucia Topolansky, que también estuvo encarcelada, será quien tomara mañana la promesa de fidelidad a la Constitución a Mujica y al electo vicepresidente Danilo Astori.

Topolansky, por ser la senadora más votada en las últimas elecciones, es la presidenta temporal de la Cámara de Senadores, cargo que ocupará Astori una vez que asuma la vicepresidencia.

El acto, en el Palacio Legislativo (Parlamento), tendrá como testigos a los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Bolivia, Evo Morales; Colombia, Álvaro Uribe; Ecuador, Rafael Correa; Paraguay, Fernando Lugo, y Venezuela, Hugo Chávez.

También estará presente la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y otras personalidades de los cinco continentes.

El heredero de la corona de España fue el adelantado y ya se encontraba hoy en Montevideo para participar en la ceremonia de cambio del mando.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, canceló su viaje a la capital uruguaya tras el terremoto que ayer asoló su país.

A continuación Mujica recibirá la banda presidencial de manos del actual jefe de Estado, Tabaré Vázquez, en una ceremonia que, a expreso pedido del primero, se celebrará a cielo abierto, en la Plaza de la Independencia y rodeado de público.

"Si llueve los que vayan al acto se van a mojar, entonces yo también me mojo", dijo el electo presidente a los organizadores de la ceremonia, para justificar su decisión de que el gran estrado colocado en la Plaza Independencia para el evento no tenga techo.

El escenario está levantado justo delante del monumento al prócer uruguayo José Gervasio Artigas y de cara a la avenida 18 de julio, la principal de Montevideo.

Hasta ahora, todos los actos de transmisión de mando presidencial en Uruguay se han realizado en la sede de la Presidencia.

Mujica y Astori llegarán hasta la Plaza Independencia en un vehículo eléctrico especialmente acondicionado para la ocasión que, según lo previsto, tardará una hora en recorrer los dos kilómetros que separan el Palacio Legislativo (Parlamento) de ese espacio.

Después de recibir la banda presidencial, Mujica designará oficialmente a sus ministros, pronunciará un discurso y saludará a las delegaciones visitantes.

La jornada, declarada festivo, culminará con un espectáculo musical en el centro de la capital y una cena para 1.300 personas que brindará el nuevo presidente a los visitantes extranjeros.