Estaba todo "lligat y ben lligat", es decir "atado y bien atado". O se podría decir "pactat y ben pactat". Artur Mas aceptó ceder su puesto como número 1 en la lista de 'Junts pel sí' en favor de Raül Romeva, pero no lo hizo a cambio de nada. Este mediodía lo ha vuelto a recordar, ante las insistentes preguntas de los periodistas, que querían saber si Mas iba a dar un paso hacia atrás.
El jefe del ejecutivo autonómico también se ha visto obligado recordar cuál fue el pacto de la constitución de 'Junts pel sí'. El president se conformó con ir en el cuarto puesto de las listas, en el entendido que él seguiría presidiendo la Generalitat una vez que 'Junts pel sí' se hiciera con la mayoría en el Parlament, como así ha ocurrido. Mas ha despejado las preguntas sobre su futuro. Insiste en que "ese no es el problema principal, sino el cumplimiento de la hoja de ruta soberanista".
'Junts pel sí' ha aclarado que aún no ha habido contactos con la CUP para definir los pasos inmediatos. Pero Mas ya ha advertido que su salida del tablero de juego no está en discusión: "Los acuerdos que había tomado 'Junts pel sí' se conocen perfectamente. Uno de ellos es que se me propondría como presidente, creo que con eso están contestadas todas las preguntas", ha remarcado Mas.
¿El problema? Que ningún diputado, y tampoco los de la CUP, a los cuales necesita para obtener la mayoría, está dispuesto a darle su apoyo.
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El resto de partidos con representación parlamentaria también tienen sus razones para oponerse a Mas. El que se ha convertido en primer partido de la oposición de Cataluña, Ciudadanos, ya ha pedido su dimisión. Su advertencia ha sido clara: "Lo primero es conseguir que Artur Mas dimita y no se presente a la investidura", ha declarado su Albert Rivera.
El líder de Ciudadanos interpreta los resultados del domingo como un claro mensaje de los catalanes en contra de la secesión, que era el principal objetivo del President. Por este motivo exigen su salida de la escena política.Un periodo inestable
Por su parte, el cabeza de lista del Partido Popular en las elecciones catalanas, Xavier García Albiol, da por hecho que Mas no podrá seguir como jefe del Ejecutivo autonómico y lo ve como "amortizado". Esta es la conclusión de Albiol tras confirmar la negativa de la CUP a respaldar al líder de CDC. "Apostaría que Mas no será presidente de la Generalitat", ha declarado el líder popular, que prevé también un periodo de inestabilidad política, por las diferencias internas entre las distintas corrientes que forman Junts pel sí.
La CUP ya ha declarado que no está por la labor de prestar su apoyo parlamentario a un presidente que ha impulsado recortes sociales en Cataluña. Atrapado entre su apuesta por la independencia y las reformas sociales profundas, de momento ha manifestado su disposición a priorizar estas últimas. Es decir, a entenderse con 'Catalunya sí que es Pot' antes que por 'Junts pel sí'.
Incluso Unió Democràtica de Catalunya, los antiguos socios del partido de Mas, consideran que es "objetivamente difícil" que Artur Mas repita como presidente del gobierno autonómico catalán en la nueva legislatura.
El secretario general de Unió, Ramón Espadaler, recuerda que la CUP ha dado a entender "por activa y por pasiva", que no está de acuerdo con la continuidad de Mas al frente de la Generalitat.
Más prudente en sus previsiones se ha mostrado el líder del PSC, Miquel Iceta, ha pedido esperar al conteo del voto emitido en el exterior para averiguar si finalmente Artur Mas puede ser reelegido presidente de la Generalitat.
Iceta no descarta que el voto por correo pueda permitir que 'Junts pel sí' gane un escaño y pase de 62 a 63 diputados. En ese caso, bastaría la abstención de la CUP para que Mas fuese investido presidente solo con el apoyo de 'Junts pel sí'.
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