Niños salen de sede en que están atrincherados policías en huelga en Brasil

  • Al menos siete niños abandonaron la sede de la Asamblea Legislativa de Bahía, en donde están atrincherados desde hace una semana policías que están en huelga en ese estado del noreste de Brasil, informó hoy la gobernación regional.

Brasilia, 7 feb.- Al menos siete niños abandonaron la sede de la Asamblea Legislativa de Bahía, en donde están atrincherados desde hace una semana policías que están en huelga en ese estado del noreste de Brasil, informó hoy la gobernación regional.

Los menores, hijos y familiares de los huelguistas, salieron de la edificación junto con sus madres, pero se desconoce si aún hay más niños en el local.

La sede del legislativo regional, ubicada en el centro de la histórica ciudad de Salvador, está cercada desde el lunes por cerca de 800 soldados del Ejército y miembros de la Policía Federal, enviados a Bahía para frenar la ola delictiva que se produjo ante la huelga de policías.

Los niños salieron anoche de la edificación por iniciativa de los propios huelguistas, luego de que la Procuraduría de Bahía solicitara ante un juez una orden para que los policías liberen los menores, que, según los procuradores, supuestamente eran usados como escudos humanos.

La gobernación de Bahía, sin embargo, no supo informar si aún hay otros menores dentro de la Asamblea Legislativa ni el número de familiares de los huelguistas que permanece en la edificación.

Las autoridades también desconocen cuántos policías huelguistas están en el legislativo regional, pero la prensa local dice que pueden ser centenares.

Los alrededores de la Asamblea fueron escenario el lunes de diferentes escaramuzas entre los militares que rodean el edificio y familiares y manifestantes que apoyan a los huelguistas, que quisieron romper el cerco para ingresar en el lugar.

Los militares llegaron a hacer disparos al aire con balas de goma y a empujar a los manifestantes para dispersarlos.

Los manifestantes temen que los soldados y agentes de la Policía Federal que cercan la Asamblea intenten tomar la edificación para detener a los líderes de la huelga, contra los que fueron emitidas órdenes de captura debido a que la huelga fue declarada ilegal por la justicia.

Los huelguistas, que iniciaron la paralización el martes de la semana pasada y reivindican aumentos salariales de cerca del 30 por ciento así como mejoras en las condiciones de trabajo, reiteraron el domingo su decisión de permanecer de brazos cruzados hasta que la gobernación inicie negociaciones.

El gobierno de Bahía propuso inicialmente un reajuste salarial del 6,5 por ciento, equivalente a la inflación del año pasado, y aclaró que cualquier porcentaje mayor difícilmente podrá ser aprobado de forma inmediata.

Las dos partes también divergen en torno a la reivindicación de los huelguistas para que todos los policías que participaron en la paralización sean amnistiados.

La huelga se mantiene pese a las peticiones de las autoridades para que los policías vuelvan al trabajo y garanticen la seguridad en Bahía, estado en el que se han registrado cerca de un centenar de asesinatos desde que comenzó la paralización.

Además del alto número de asesinatos, en el estado se han registrado saqueos, asaltos y actos de vandalismo, que tienen a la población aterrorizada y a parte del comercio cerrado.

El gobernador de Bahía, Jacques Wagner, atribuyó muchos de esos desmanes a los propios policías.

La seguridad de Bahía ha sido reforzada con cerca de 3.000 miembros del Ejército y de la Fuerza Nacional de Seguridad procedentes de otros estados.

La huelga preocupa a las autoridades no sólo por el aumento de la inseguridad, sino también por el posible impacto económico que pudiera tener en Salvador, que espera a miles de turistas para el carnaval que se celebrará dentro de dos semanas.

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