No hubo "ningún tipo de actividad delictiva" en la compra del ático de lujo del presidente de la Comunidad de Madrid, según la investigación. Según informa El País, no obstante, algunos miembros de la policía mantuvieron abierto el caso, a pesar de que dicho informe, publicado en marzo de 2012 y al que ha tenido acceso el diario madrileño, descartara el delito.
Aún así, el documento policial informó que dicha investigación se había realizado fuera de los cauces reglamentarios y además, que el documento había sido robado, sin que nadie lo buscara ni denunciara.
Dicho documento había sido abierto en la comisaría de Málaga. Ignacio González y José Villarejo Pérez mantuvieron una reunión en Madrid en noviembre de 2011, de la cual ofrecen ambos versiones contradictorias. Mientras González asegura que se le chantajeó para retirar una denuncia contra el comisario de Málaga que lo había investigado, mientras que Villarejo asegura que lo único que hizo fue pedirle información sobre el ático en Marbella para poder cerrar el caso, aunque González le pidió que le ayudara a ocultarlo.
Según informó el diario El Mundo hace unos días, González compró dicho ático en Marbella a través de un testaferro profesional, el mexicano Rudy Valner.
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