No llegó a las 'empanadillas' de Camacho, pero a Iglesias le traicionó ir en camisa

    • El candiato de Podemos fue fiel a su estilo y acudió al debate de Antena 3 con camisa azul sin chaqueta y vaqueros.
    • Al final del debate las manchas de sudor se dejaron ver al más puro estilo Camacho. ¿Llevará una chaqueta de sport la próxima vez?
Pablo Iglesias a lo Camacho
Pablo Iglesias a lo Camacho

Pablo Iglesias no cambió su estilo para acudir al debate organizado por Antena 3. Fiel a su camisa azul y su pantalón oscuro, en esta ocasión tampoco optó por ponerse una chaqueta. Sus asesores siguen considerando que es una forma de acercarse a la calle y a la gente que representa.

Quizá alguno de ellos a partir de ahora se lo piense dos veces al ver los efectos de ese look en las axilas del candidato a presidente.

No fueron las 'empanadillas' de Camacho en el Mundial de Corea de 2002 (no nos digan que no se acuerdan), pero tras dos horas de debate, el líder de Podemos, no tuvo más remedio que pegar los brazos al cuerpo para evitar que se vieran las manchas de sudor.

La clave del éxito a la hora de elegir un look para un debate político, según señalan los expertos en www.lainformacion.com, reside en que la ropa y los complementos pasen lo más desapercibios posibles. Lo principal es no empañar el mensaje, aunque la forma de vestir también forme parte del mismo no puede llevarse todos los focos. Esta vez, el look de Pablo tuvo más protagonismo del deseado por culpa del calor y de los nervios, que supo templar... salvo en sus axilas.

Pablo recurrió a un truco de tertuliano y de profesor de universidad para controlar sus manos: ese boli BIC que logró relajarle para transmitir un mensaje de confianza y proyectar un lenguaje corporal sereno. Rajoy también lo llevó en La Sexta. La clave estaba en la naturalidad y corregir los tics más molestos, y lo consiguió desde el primer momento. Pegó los pies al suelo. ¿Usará la próxima vez Rivera un boli?

Pablo al final resultó ganador del debate con un minuto final que pasará a la historia.

El discurso estaba perfectamente estudiado y ensayado. Llegó al corazón con su último toque en el pecho, no aburrió, condensó el mensaje del partido en dos ideas, dejó buenos titulares (y tuits) y fue muy conciso. Sus 'empanadillas' en esta ocasión no han dejado memes, pero ¿volverá a arriesgarse o disimulará usando una chaqueta de sport?Más vídeos en Antena3

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