"Teníamos la inquietud, en una fase precoz, de que una persona tenía la intención de cometer un acto extremista violento", declaró la directora de los servicios de inteligencia internos, Benedicte Bjørnland, durante la presentación de un informe anual de evaluación de amenazas.
"La persona en cuestión fue arrestada y expulsada", indicó, sin dar más detalles.
Según la radiotelevisión pública NRK, el hecho se produjo en el primer semestre de 2015.
"Estimamos que los islamistas extremistas son la amenaza más grande contra los intereses de Noruega y creemos que es posible que el próximo año haya un atentado terrorista en Noruega", dijo.
No obstante, el nivel de amenaza, considerado hace poco como probable, cayó ligeramente en los últimos meses.
Ante esto, la semana pasada, las autoridades decidieron desarmar a los agentes de policía, que desde noviembre de 2014 habían sido autorizados a portar armas de forma excepcional.
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