"Nuestra amiga común", una novela sobre la generación de la transición

  • Madrid.- Una generación sumida en el desencanto y la evasión en un Madrid de 1974 que asiste a la descomposición del franquismo: ese es el escenario de la novela "Nuestra amiga común", en donde Luis Barga proyecta "una mirada sobre una generación y una historia que no aparece escrita en la narrativa española".

"Nuestra amiga común", una novela sobre la generación de la transición
"Nuestra amiga común", una novela sobre la generación de la transición

Madrid.- Una generación sumida en el desencanto y la evasión en un Madrid de 1974 que asiste a la descomposición del franquismo: ese es el escenario de la novela "Nuestra amiga común", en donde Luis Barga proyecta "una mirada sobre una generación y una historia que no aparece escrita en la narrativa española".

Miguel, Polo y Verónica constituyen un trío de amigos y amantes unidos por un interés, el tráfico y consumo de heroína. Sus vidas se entrelazan en un juego peligroso que para unos terminará en tragedia y para otros en un pacto pragmático con la realidad.

"El tiempo histórico es de descomposición de un Régimen, y ello es importante pues los tres protagonistas de la novela viven un momento donde lo nuevo no acaba de llegar y lo viejo no sirve, y no me refiero sólo a lo político, con un franquismo moribundo, sino a la propia cotidianeidad y la imposibilidad de nuevas formas de vida", explica Luis Barga (Madrid, 1958), en una entrevista con Efe.

Verónica, una actriz narcisista y con tendencias autodestructivas, jugará al amor con Miguel y Polo, dos amigos y socios en el negocio de la droga y de la noche madrileña, en una ciudad apenas evocada en la novela, pues, como dice Barga, en aquella época "apenas tenía nada que ofrecer, al contrario de Barcelona, una ciudad más europea y con mucha más vida en todos los aspectos".

"Por poner un ejemplo -añade-, en 1974 Madrid sólo disponía de cuatro locales donde podía ir la bohemia transicional y a la que pertenecen los tres personajes de la novela. Por eso la vida se hacía mucho en casas, que, debido a los bajos precios, resultaban fáciles de alquilar".

La droga es la protagonista de la novela. "La heroína es la forma más eficaz y directa para cambiar la propia vida y proporciona sensaciones poderosas, lo que encaja a la perfección con ese nuevo escenario de la década transicional donde el futuro es una promesa de libertad absoluta si se desean probar nuevas experiencias", subraya el escritor.

"En el fondo, Verónica es hija de ese romanticismo negro que atraviesa el siglo pasado de principio a fin y que proclama el exceso como máximo valor", añade Barga, y los protagonistas "se lanzan a la heroína con la ingenuidad que proporciona lo desconocido, y un poco como si fuera un remedio farmacológico a sus carencias".

"Además, el contexto libertario de la época hablaba de esta droga como una herramienta lúdica, aparte de los numerosos ídolos musicales que le hacían propaganda, empezando por Lou Reed y su canción 'Heroine', que casi fue un himno generacional".

A los personajes les aguarda un destino desigual y, al igual que muchos integrantes de aquella generación, habrá quienes sucumban a la droga y quienes sepan adaptarse a una realidad que no le gusta.

"Es fácil imaginar -afirma Barga- que su destino será similar al de muchos otros jóvenes que durante la Transición, aunque desencantados con el rumbo que tomaba el país, traicionaron sus ideales políticos y aceptaron la nueva situación".

Con esta primera novela, publicada por "Amargord", Luis Barga, un veterano periodista madrileño, cumple su propósito de "proyectar una mirada sobre una generación y una historia que no aparece escrita en la narrativa española".

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