Virginia Raggi, de 37 años, primera mujer alcaldesa de Roma, toma posesión el jueves de su oficina en el capitolio llamando a los romanos a ayudarla a cambiar su ciudad.
Raggi, que hace parte del Movimiento Cinco Estrellas (populista), fue oficialmente proclamada alcaldesa de Roma el miércoles, luego de haber ganado el domingo la segunda vuelta de las elecciones municipales con 67,15% de los votos.
Pero, pese a ese resultado histórico, la nueva alcaldesa de Roma advirtió a sus conciudadanos que no tenía la "varita mágica" y necesitará de ellos para sacar a flote a la cuidad.
"Nos dejaron una ciudad cubierta de escombros, verdaderamente. Pero tengo confianza: podemos invertir el rumbo de este automóvil que va derecho al muro", prometió el miércoles por la noche, interrogada por la cadena Euronews.
"Siempre dije que Roma iba a cambiar si los romanos cambian", añadió.
La nueva alcaldesa de Roma prometió enfrentar en primer lugar al "derroche financiero", que hace perder a Roma "más de 1,2 millones de euros por año".
"Luego vamos a renegociar la deuda de la ciudad, que está entre 13.000 y 16.000 millones de euros", agregó.
Los tres millones de romanos, exasperados por el estado de deterioro de los servicios públicos e infraestructuras de su ciudad, esperan que enfrente el problema de los transportes públicos y de la recolección de basuras.
Raggi reemplaza en el Capitolio a Francesco Tronca, comisario extraordinario nombrado por el gobierno italiano para reemplazar al ex alcalde Ignazio Marino (centro izquierda), quien renunció en octubre por un asunto de falsas notas de gastos.
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