Sobre el mediodía (local), un suicida se hizo estallar ante una panadería en la que los clientes hacían cola, en la provincia de Paktika, en el sureste afgano, cerca de Pakistán.
Musa Jan Jaroti, gobernador del distrito de Yahya Jil, dio parte de "seis civiles muertos y diez heridos", un balance que fue confirmado por Atauláh Fazli, funcionario de la gobernación de Paktika.
Los talibanes, que por lo general no reivindican los atentados que causan víctimas civiles, no se atribuyeron este ataque.
En cambio, sí se atribuyeron un atentado suicida perpetrado este lunes contra el ejército, cerca de Mazar-i-Sharif, gran ciudad del norte de Afganistán, habitualmente calma.
El suicida, que se desplazaba a pie, "se precipitó contra el minibús que llevaba soldados del ejército afgano en el distrito de Dehdadi", en el área metropolitana de Mazar, declaró Abdul Razaq Qaderi, subjefe de la policía de la provincia de Balj, de la que Mazar-i-Sharif es la capital.
"Tres soldados murieron y otros ocho resultaron heridos", precisó el ministerio de Defensa en un comunicado. El portavoz del gobernador confirmó este balance.
Los dos ataques de este lunes se produjeron dos días después de una nueva conferencia cuatripartita entre chinos, estadounidenses, paquistaníes y afganos en Islamabad, para tratar de reactivar las conversaciones directas de paz entre Kabul y los talibanes.
Tras la reunión, los participantes dijeron "esperar" que el diálogo se reanude antes de fin de mes.
Un primer contacto directo tuvo lugar el pasado verano (boreal)en Pakistán, considerado el "padrino" histórico de los talibanes, pero la segunda ronda fue aplazada 'sine die' tras el anuncio de la muerte del mulá Omar, figura histórica del movimiento insurgente.
str-mam/gde/avl/age
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios