La exvicepresidenta del Govern, Joana Ortega, ha asegurado este martes, tras su comparecencia como imputada por el 9-N, que no tiene “ninguna consciencia de haber desobedecido al Tribunal Constitucional ni de haber dictado ninguna resolución injusta ni de haber cometido ninguna irregularidad económica”.
En declaraciones a los periodistas, tras haber declarado durante poco más de una hora, Ortega ha asegurado que pese a que asume “toda la responsabilidad” en sus actos personales y de sus subordinados, tiene la “conciencia tranquila”.
"El Gobierno del Estado no hizo nada para pactar esta voluntad democrática y tampoco se hizo nada para pararlo", ha apostillado. Ortega ha defendido, además, que desde el Gobierno central se menospreció el 9-N. “Se dijo que no era ni una consulta ni nada y que no tenía ninguna validez jurídica”, ha subrayado, al tiempo que ha considerado que no se presentó querella “hasta que se vio la magnitud del proceso, con 2'3 millones de personas”.
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