Ortiz no podría ser condenado a "prisión permanente revisable"

    • La medida, contemplada en la reforma del Código Penal, sólo se aplicaría a violadores que hubiesen matado a su víctima.
    • De confirmarse todos los delitos, pasaría unos 20 años en prisión.
Varios agentes, en uno de los registros a la vivienda del presunto pederasta
Varios agentes, en uno de los registros a la vivienda del presunto pederasta

De demostrarse su culpabilidad, Antonio Ortizm detenido el miércoles como presunto pederasta de Ciudad Lineal, podría enfrentarse a cargos que superan los 140 años de cárcel. Sin embargo, según el Código Penal, sólo pasaría unos 20 años en prisión.

A Ortiz se le imputan delitos catalogados hasta en cinco tipologías: cinco casos de agresión sexual, cinco de detención ilegal, tres tentativas de rapto, dos delitos contra la salud pública y otros dos de homicidio, al considerarse que la dosis de ansiolíticos suministradas a dos de las menores, sin control, pudo acabar con sus vidas. Se considera que en al menos tres casos, el pederasta drogó a las víctimas para cometer los abusos en su domicilio de la calle Santa Virgilia, en el barrio de Hortaleza. A una de ellas, la pequeña de origen chino, de cinco años, a la que violó en junio, casi le provoca la muerte.

Sin embargo, al presunto "pederasta de Ciudad Lineal" no le sería de aplicación una de las medidas planeadas por el Gobierno para castigar con dureza a estos agresores, la prisión permanente revisable.

Este nuevo tipo de condena está incluido en la proyectada reforma del Ejecutivo, avanzada en Consejo de Ministros en septiembre pasado, pero aún no ha visto la luz: lleva un año encallada en los trámites parlamentarios, concretamente, en la fase de enmiendas en el Congreso de los Diputados, dilatada en más de 30 ocasiones.

La medida penal, diseñada tras la conmoción generada por casos como el de la pequeña Mariluz, supone una cadena perpetua que debe ser revisada a los 25 o 35 años, según el delito cometido y condiciona la salida de la cárcel al riesgo de reincidencia, que será determinado por un tribunal colegiado a la vista de los informes médicos. Si se considera que el preso está rehabilitado, podrá salir de prisión (con entre cinco a diez años en régimen de libertad condicional). En caso contrario, seguiría en la cárcel y sería evaluado anualmente.

La medida, en cambio, no podría caer sobre Ortiz, ya que, tal y como está contemplado en la reforma del Ejecutivo, se consideraría únicamente para aquellos casos de violaciones en los que el agresor acabase matando a su víctima.

Sí le sería de aplicación una de las medidas que ya están en vigor, la libertad vigilada para violadores. El Código Penal actual, reformado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en 2010, contemplaba esta medida para delincuentes sexuales, fijando su duración máxima en diez años. Además, estos agresores podrían ser obligados a estar permanentemente localizables, mediante dispositivos electrónicos (brazaletes), durante cinco años.

A pesar de ello, Ortiz no fue objeto de seguimiento al salir de prisión, en 1999, tras cumplir condena por los abusos sexuales cometidos sobre una niña de siete años. La sentencia lo condenó a nueve años, pero durante los dos últimos, el presunto pederasta de Ciudad Lineal pudo disfrutar de salidas de la cárcel los fines de semana. Con la reforma proyectada por el Gobierno, esa libertad vigilada podría prorrogadse de forma indefinida.

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