Pablo Casado, de la tertulia a la primera línea política

El PP ha confiado el giro que pretende dar a su estrategia de comunicación de cara a las locales y autonómicas a uno de sus rostros en alza. Pablo Casado (Palencia, 1981), actualmente diputado por Ávila y colaborador habitual en distintas tertulias televisivas, será el encargado de dar la cara ante los medios en la campala que se anticipa crucial para el partido.

El asunto no es baladí para los populares, que a la vista de las encuestas se enfrentarían a una devacle histórica en sus resultados. Casado, que en los últimos tiempos se ha convertido en rostro conocido por su participación en programas como La Sexta Noche, donde comparte espacio de debate con rostros emergentes como la recién elegida candidata de IU a la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, o el propio Pablo Iglesias, será el encargado de dar la cara ante los medios durante la campaña. Una campaña en la que Rajoy pretende dar un giro estratégico para recuperar voto y que, como ya le ha comunicado a miembros destacados del partido, pasará por una mayor exposición mediática y una mayor presencia de sus dirigentes en distintos actos y mítines.

Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y en Administración de Empresas por la Rey Juan Carlos de Madrid,  y con un amplio curriculum académico- que incluye cursos de Gestión Pública en IESE, de Gestión Parlamentaria en el Instituto de Empresa, además de otros en prestigiosas universidades como Harvard o Georgetown, Casado ha crecido políticamente como “pupilo” de la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre y del expresidente José María Aznar.

Pese a esa impecable trayectoria, su curriculum no muestra trabajo más allá de la vida política.  Entre 2007 y 2009 ocupó escaño en la Asamblea de Madrid, cargo que interrumpió al ser nombrado director de gabinete en FAES, donde se mantuvo hasta 2012. Pese a que había intentado el salto a la política nacional en las generales de 2008, como candidato al Congreso, el escaño lo obtendría en 2011, cuando se le incluyó para ser elegido diputado por Ávila. Un cargo que actualmente compatibiliza con el de portavoz de la Comisión mixta Congreso-Senado para la Unión Europea y vocal de las Comisiones de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional en el Congreso.  Ha sido presidente de  Nuevas Generaciones de Madrid-donde formó tandem conÁngel Carromero- vocal de la Junta Directiva Nacional del PP y asesor de la Consejería de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, cargo al que accedió cuando apenas contaba 23 años.

En octubre de 2013, Casado se ligó ya a quien ahora ha sido nombrado director de campaña del partido, Carlos Floriano,  como miembro del equipo responsable de la comunicación online del PP.

Declarado liberal, algunas de sus declaraciones han resultado controvertidas. Especialmente recordada es su intervención, en 2008, ante el Congreso del PP de Madrid, donde llegó a afirmar que “los de izquierdas están todo el día con la guerra del abuelo, con la memoria histórica, con el aborto, la eutanasia y la muerte, la Internacional se cantaba cuando el Comunismo dejó 100 millones de muertos en el siglo pasado". Su intervención, aplaudida tanto como la de Esperanza Aguirre, consiguió poner en pie el auditorio y a buena parte de la vieja guardia de los populares.

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Entonces, Casado se mostró abiertamente crítico con la“regulación del salario mínimo interprofesional”, arremetió contra la ayuda de 400 euros para personas desempleadas- “toma 400 euros para depender de papá Estado, te va a mantener toda la vida (…)No queremos un pesebre de subvenciones, de liberados y de parados”, clamó ante el auditorio- y  firmó frases rotundas.“Los jóvenes del PP no idolatramos a asesinos como el Che, sino a mártires como Miguel Ángel Blanco” o “la inmensa mayoría de jóvenes en España son del PP y no lo saben”, fueron algunas de las destacadas.

En octubre del año pasado, eldiario.es desveló que el diputado había ejercido de mediador en la polémica operación por la que el expresidente Aznar habría pactado, en 2010, una comisión del 1% con Befesa, filial del grupo Abengoa, para conseguir la adjudicación de cuatro desaladoras en la Libia de Gadafi, por valor de 950 millones de euros.

Según los documentos publicados por el periódico, Casado, cuyo sueldo corría a cargo de los Presupuestos, ejerció como mediador, sindo la persona que Aznar señaló para estar en copia de “cualquier comunicación entre las partes derivadas del acuerdo”. Fuentes próximas al expresidente ampararon la legitimidad del contrato en el hecho de que el expresidente llevaba tiempo alejado del servicio público. Como presidente de FAES, se opuso a la intervención militar en el país, en 2011.