Parlamento israelí inicia proceso de disolución y convocatoria de elecciones

  • El Parlamento israelí inicia hoy el proceso legislativo para su disolución y la convocatoria de elecciones anticipadas a mediados del próximos mes de marzo, ante la imposibilidad del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de resolver una prolongada crisis en su Gobierno.

Jerusalén, 3 dic.- El Parlamento israelí inicia hoy el proceso legislativo para su disolución y la convocatoria de elecciones anticipadas a mediados del próximos mes de marzo, ante la imposibilidad del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de resolver una prolongada crisis en su Gobierno.

La petición, presentada por el propio Netanyahu, será aprobada hoy en lectura preliminar, después de una reunión que el presidente de la Cámara, Yuli Edelstein, celebrará por la mañana con los líderes de cada formación parlamentaria para fijar la fecha de los comicios.

Según el diario Yediot Aharonot, las fechas que se barajan son el 10, 17 o 24 de marzo, con el fin de que haya tiempo suficiente para las primeras gestiones de formación de gobierno antes de la Pascua judía (Pesaj), que comenzará el 3 de abril y dura siete días.

El 24 es además la fecha más conveniente para los partidos ultraortodoxos, ya que los estudiantes de los seminarios rabínicos estarán de vacaciones y podrán contribuir a la campaña de sus respectivos partidos.

Algunos analistas indican que dada la dependencia de Netanyahu en estas formaciones para una futura coalición, no buscará enemistarse con ellos, si bien hay otros factores en juego.

Netanyahu dio ayer el pistoletazo de salida a un nuevo proceso electoral, a menos de dos años del anterior, cuando anunció el cese de los ministros de Justicia, Tzipi Livni, y Finanzas, Yair Lapid, dos de sus socios en la coalición que gobierna Israel desde abril de 2013.

En una rueda de prensa de claros tintes electorales, el primer ministro acusó a ambos de "haber intentado sabotear" su Gobierno por salir en contra de sus principales políticas: luchar contra "el programa nuclear de Irán", conseguir que "los palestinos reconozcan a Israel como Estado judío" y "seguir construyendo en Jerusalén" este, que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado.

"No toleraré más oposición desde dentro del Gobierno ni contra su dirigente", subrayó el primer ministro.

A continuación hizo el anuncio de que pediría al Parlamento su disolución, argumentando que con la actual fragmentación del Parlamento -13 partidos, el más numeroso con sólo 19 escaños- es imposible gobernar.

Sin embargo, y a pesar de que en la legislatura que ahora acaba se ha elevado al 4% la barrera de votos necesarios para acceder a la Cámara, los expertos consideran que la vigésima legislatura no tendrá muchas menos formaciones, dado que los partidos pequeños planean acudir a las urnas en coalición para superar esa barrera.

Una encuesta publicada ayer por el Canal 10 de televisión, concede 22 escaños al Likud, al que seguiría con 17 escaños el partido nacional religioso Hogar Judío, del ministro de Economía Naftalí Bennet, uno de los mayores defensores de la colonización judía en Jerusalén Este y Cisjordania.

Según el sondeo, el único hasta ahora, ambos encabezarían una nueva coalición de derechas que sería la más nacionalista en la historia política israelí, y que también incluiría al partido Israel Betenu, del ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, y a los dos partidos ultraortodoxos.

Un partido nuevo, formado por un ex diputado del gobernante Likud de fuerte sensibilidad social, podría alzarse como la nueva revelación de las elecciones, y formar parte también del próximo gobierno.

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