Peña Nieto cierra su visita a Washington honrando a soldados caídos de EE.UU.

  • El presidente de México, Enrique Peña Nieto, concluyó hoy su visita oficial a Washington honrando con flores en un solemne acto en el cementerio nacional de Arlington a los soldados de Estados Unidos caídos en combate.

Washington, 6 ene.- El presidente de México, Enrique Peña Nieto, concluyó hoy su visita oficial a Washington honrando con flores en un solemne acto en el cementerio nacional de Arlington a los soldados de Estados Unidos caídos en combate.

El presidente, tras reunirse con su homólogo estadounidense, Barack Obama, se trasladó al cementerio de Arlington, situado sobre una colina frente a la ciudad de Washington, a orillas del río Potomac en Arlington (Virginia), y en el que yacen más de 400.000 soldados estadounidenses y sus familias.

Las 252 hectáreas del cementerio también acogen diversos memoriales y tumbas como la del presidente John Fitzgerald Kennedy, que descansa junto a sus hermanos Edward y Bob Kennedy y donde arde desde hace 50 años la conocida "Llama eterna".

El sonido de los cañones anunció la llegada de Peña Nieto, que fue recibido por el comandante mayor del distrito de Washington, Jeffrey S.Buchanan, y por decenas de militares estadounidenses que flanqueaban la escalinata que conduce a la tumba del soldado desconocido.

Hasta allí subieron Peña Nieto y Buchanan seguidos por la delegación que forma parte de la visita del presidente a Washington y que estaba encabezada por tres soldados que sostenían la bandera mexicana.

Peña Nieto depositó a los pies de la sarcófago blanco de mármol una corona de flores y escuchó en solemne quietud el toque de silencio de una trompeta, sintonía tradicional en honores militares y cuyo origen se remonta a la Guerra Civil estadounidense (1861-1865).

Posteriormente, visitó el memorial que se encuentra tras la tumba y que es uno de los lugares principales para honrar a los militares estadounidenses fallecidos en acto de servicio.

Tras unos minutos dentro, Peña Nieto salió y saludó la bandera mexicana y luego abordó un vehículo negro para partir de regreso a su país.

El sonido de cañones despidió al presidente, que con la ofrenda floral cerró su visita a Washington.

El simbólico camposanto de Arlington fue inaugurado y establecido como cementerio nacional en 1864, durante la guerra civil estadounidense, aunque la tumba del soldado desconocido fue construida después de la Primera Guerra Mundial.

Tres estatuas que representan la paz, la victoria y el valor custodian la tumba blanca del soldado desconocido, marcada por las palabras: "Aquí descansa en honor y gloria un soldado estadounidense conocido solo por Dios".

Antes de este acto, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, mantuvo un encuentro hoy con su homólogo estadounidense, Barack Obama, en el que admitió que un "claro reto" para su país es combatir más eficazmente al crimen organizado.

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