Pocos cambios y que Rajoy entre 'al trapo' del diálogo, así es la reforma constitucional de Sánchez

Despacio, sin prisa pero sin pausa. Una reforma Constitucional a largo plazo, con el mayor consenso posible y que se toque únicamente: el blindaje de algunas competencias como la sanidad y educación públicas, una nueva financiación autonómica y defender la necesidad de cambio constitucional. Su mayor reto: Que el PP entre al 'trapo' del diálogo y deje "su inmovilismo". Este es el nuevo horizonte de la reforma constitucional que pretenden realizar Pedro Sánchez y Susana Díaz con ayuda de todos los barones del PSOE.

En una cena la semana pasada en Ferraz que duró tres horas, Sánchez reunió a sus barones para escuchar las distintas sensibilidades que existen en el partido con este tema. A falta de Miquel Iceta, primer secretario del PSC, algunos aseguraron en esa cena que la Declaración de Granada aprobada en julio de 2013 con Rubalcaba a la cabeza, no representa a todos. El secretario general socialista dejó 'caer' que lo que buscaba era aprobar un documento conjunto basado en la declaración, es decir, una ampliación con propuestas concretas.

Pero llegó el domingo y Sánchez cedió la batuta a Susana Díaz, quien, según fuentes socialistas, tomó la iniciativa en el Consejo de Política Federal, celebrado en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza. Díaz expresó su punto de vista argumentando que no está favor de un Estado asimétrico, tal y como quieren algunos socialistas, en el que Cataluña tenga cupo fiscal similar al del País Vasco y Navarra; tampoco se mostró a favor, a diferencia de Sánchez que "podría" negociarlo, que Cataluña sea una nación.

Así, se acordó proponer esta semana en el Congreso la creación de una subcomisión de estudio con numerosos expertos en la materia y responsables autonómicos para fijar sus pretensiones y también antiguas propuestas que viene diciendo Sánchez desde que se presentara como acabar con el aforamiento, redefinir el Senado o limitar a dos mandatos la presidencia del Gobierno. Fuentes socialistas explicaron que la petición se hará en la Cámara Baja esta semana o la siguiente, atentos a la respuesta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Los barones aprobaron un documento titulado "Un nuevo pacto ciudadano. Por la reforma constitucional, la regeneración democrática y el fortalecimiento de los derechos y libertades", los tres ejes en torno a los que el PSOE quiere articular su revisión del actual marco.

Para algunos este documento, "sigue con la misma tibieza que se ha caracterizado siempre este asunto", para otros dirigentes, sin embargo, el objetivo principal es "despertar al PP y que dialogue, pero estas propuestas no tocan casi nada" y luego están los que salieron contentos diciendo que es una "mano tendida" para abrir un diálogo sin posturas fijas. Es decir, hasta el momento, nada trascendental, ningún cambio profundo. Sólo que el PP "entre al trapo" de la reforma constitucional. Acercar posturas y entablar discusión con el resto del espectro parlamentario.

En esencia, la Declaración de Zaragoza sigue sin aclarar propuestas concretas para reformar la Constitución [Lea el PDF] pero lo que los socialistas apuntaron en rueda de prensa es que reclama "transformar la España autonómica en la España federal" para resolver "las disfunciones del Estado de las Autonomías".'Marcaje' a Iceta

Este domingo, también pudimos observar el 'marcaje' por parte del núcleo duro hacia Miquel Iceta (PSC). Risas, abrazos y cogida de la cintura incluída por parte del secretario de organización, César Luena a Iceta en la foto a la salida del acto y seriedad, y las cosas claras, de puertas hacia adentro.

Según fuentes socialistas, en la reunión Díaz le quiso recordar que hay dos tercios de catalanes que no votaron en la consulta alternativa del president de la generalitat, Artur Mas, y que "tenemos que dar voz también a esos ciudadanos". Tal y como asegura la andaluza en las últimas entrevistas: "Se tiene que respetar la soberanía nacional del pueblo español".

La reunión surtió efecto en el líder del PSC, y este lunes en un mensaje, muy en la línea de su partido, aseguró que"la vía judicial no solo no basta, sino que puede enredarlo todo mucho", y ha exigido que "a un problema político se le busquen soluciones políticas a través de instrumentos políticos, como negociación, pacto y diálogo".

En todo caso, Iceta ha admitido que "el camino, la estrategia y el ritmo que Mas ha imprimido a la política catalana, su pugna con Oriol Junqueras (ERC) para ser el líder del movimiento independentista, le resta mucho margen de maniobra para hacer otras cosas".

"Estos días le hice un ofrecimiento de estabilidad -ha dicho-. La verdad es que veo muy poco margen, por no decir ninguno, porque veo muy difícil que Mas de repente abandone su hoja de ruta, que lleva a unas elecciones sobre la independencia, para entrar en otra lógica".