Podemos aplaza, sin fecha, la presentación de su programa

    • Los debates internos enfrían el documento-marco para las autonómicas.
    • La dirección quiere construir un programa engrasado con sus candidatos, algunos contrarios a la línea oficial.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Cuando apenas queda un mes para la cita con las urnas autonómicas y municipales, Podemos mantiene el suspense sobre cuáles serán finalmente sus propuestas. Un programa-marco, esperado desde hace meses, y que servirá para evaluar si el tono de moderación que ya ha imprimido a su discurso se refleja también en sus políticas.

La dirección de Podemos no contempla aún una fecha concreta para hacer público el documento, que varios dirigentes, entre ellos Juan Carlos Monedero, esperaban apurar para finales de esta semana. El coordinador de campaña, Íñigo Errejón, lo aplazó hasta la que viene, pero desde la cúpula se han enfriado aún más los tiempos.

Ello, pese a que el calendario electoral apremia y a que otras formaciones, como Ciudadanos, ya han ido desvelando sus bases de programa. El partido de Rivera avanzó ayer la tercera parte de su política económica, la correspondiente a las medidas fiscales y de persecución del fraude y que, entre otras, incluye la desaparición del IVA super-reducido, o un IRPF en el 40%.

El peso que este partido ha ido asumiendo progresivamente en los sondeos, mientras Podemos parece estancado- la última encuesta, de Metroscopia, coloca a la formación 'morada' en primer lugar, con el 22'1% de los votos, pero a apenas tres puntos de Ciudadanos-no es cuestión menor para que Iglesias haya decidido meditar al máximo su programa, evitando dejar flecos sueltos o cuestiones de fácil ataque, que puedan dejar a la formación en una posición vulnerable.

La idea de la dirección es que este programa-marco sea una "avanzada" del programa de cara a las elecciones generales, tal y como esta misma semana explicó Errejón, y que no existan contradicciones entre el documento y las propuestas que lo completen a nivel autonómico. Un texto "engrasado" cuya elaboración genera también dificultades, habida cuenta de los matices y discrepancias evidenciadas entre el sector de Iglesias y algunos de sus dirigentes regionales. También entre los que, en la propia dirección, se libran entre los partidarios de una línea más moderada, como el secretario general, y los que desean recuperar la esencia del partido.Aplazar debates

La dirección trata a tiempos forzados de unificar criterios y aplazar debates que puedan resultar demasiado costosos en términos electorales, entre ellos, los de las futuras alianzas de gobierno. Disgusta, por ejemplo, que la candidata navarra-no avalada por la dirección-haya planteado abiertamente la posibilidad de un pacto con Bildu. Como tampoco gustaron las 'riendas' de la secretaria general en Andalucía, Teresa Rodríguez, en las negociaciones para la investidura de Susana Díaz. La dirección optó entonces por sustituir el mando de las conversaciones dejándolo en manos de Sergio Pascual, secretario de Organización del partido y persona de la máxima confianza de Pablo Iglesias, y Manuel Garí, un hombre próximo a Rodríguez, pero sin ninguna responsabilidad orgánica en el partido.

Tampoco entra en los planes enfrentar con claridad el debate soberanista. Iglesias, partidario del "derecho a decidir", apenas ha sugerido que le gustaría una Cataluña anclada en España. Su candidata catalana, Gemma Ubasart, se mostró en su momento más rotunda, al exponer, en su borrador autonómico, el objetivo de construir un "proyecto nacional en clave de reforma": nuevo modelo de financiación para Cataluña y un "retoque constitucional", con el que, defendía, pretenden "aspirar a todo".

Otro frente es el de la renta básica. Medida estrella de las elecciones europeas, que siguiendo con la línea de moderación trazada por Iglesias, no encontrará acomodo en el programa. Una decisión que genera calientes debates internos y que ha motivado una iniciativa, promovida por el Círculo Podemos Renta Básica, que trata de lograr que la inclusión de la propuesta sea consultada en un referéndum vinculante. El respaldo requerido por el partido para que esto ocurra, el 10% de los inscritos, da pocas posibilidades para que la iniciativa prospere. De ser así, obligaría a la dirección a replantearse su giro estratégico.

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