Podemos planea incluir revocatorios a Sánchez en su programa para pactar

El calendario redobla esta semana la presión sobre Sánchez para tratar de ultimar algún acuerdo de gobierno. El líder socialista se someterá a su primera votación de investidura, previsiblemente, la primera semana de marzo y para entonces, lo deseable sería contar ya con la mayoría mínima que le permita ser investido en segunda vuelta. Tras ese primer debate, en el que precisa de mayoría absoluta, el contador empezará a correr hacia la convocatoria de elecciones.

Así, los socialistas entran en una semana clave en la que intensificarán los contactos con todas las formaciones. Especialmente con Podemos. Las relaciones entre ambos partidos llevan en punto muerto desde la primera 'toma de contacto' entre Sánchez e Iglesias. Aquello fue el 5 de febrero, y, desde entonces, no se ha producido ningún otro encuentro que haga pensar que las negociaciones van por buen rumbo. Es más, que las conversaciones siquiera existan.

Los de Iglesias moverán ficha este lunes con un documento en el que concretan la propuesta de Gobierno tendida a Sánchez el pasado 22 de enero. Aquella oferta- en la que el líder emergente se reservaba la vicepresidencia, y exigía controlar al menos la mitad del Consejo de Ministros- fue acogida con malestar en Ferraz: de "chantaje" a "insulto", los calificativos resonaron en la sede socialista y torcieron aún más el gesto de los barones a cualquier entendimiento con el partido 'morado'.

El documento, trabajado con enorme opacidad durante este fin de semana, conserva la esencia de aquella propuesta. Se presentará una estructura de Gobierno, que la formación considera necesaria para garantizar la puesta en marcha de los compromisos que se puedan cerrar con Sánchez, y se planea también incluir la posibilidad de un referéndum revocatorio, en caso de incumplimiento.

Esta última medida está incluida entre las condiciones siempre priorizadas por Podemos para formar alianzas, al nivel del blindaje de los derechos sociales, la reforma del sistema electoral o los cambios en la política territorial. El partido plantea que, en caso de incumplimiento de programa, los dirigentes se vean obligados a someterse a una moción de confianza ciudadana.

La medida da muestra de la falta de confianza que rige las relaciones entre ambos partidos. Desde Podemos se ha insistido en repetidas ocasiones en que no se fían de los socialistas "que prometen una cosa y luego, cuando están en el Gobierno, hacen otra". De hecho, tras reunirse con el líder del PSOE, Iglesias ya admitió que ambos habían abordado la necesidad de "tejer espacios de confianza" para el buen desarrollo de las negociaciones.

Podemos pretende asegurarse de que los compromisos no se quedan en 'papel mojado'. Lo hará también con propuestas que ya han trascendido, como la creación de una secretaría de Estado contra la corrupción, que podría comprometer a los socialistas, investigados en los 'ERE' de Andalucía.