Podemos se convierte en clave para permitir el gobierno de Susana Díaz

Podemos ha tardado en recoger el guante de Susana Díaz para negociar la investidura y, quizás, un pacto de Gobierno que por el momento ambos partidos rechazan. Pero el escenario postelectoral dibujado tras los comicios del domingo se ha puesto torcido para que la actual presidenta sea investida: el PP, que antes de las elecciones se había mostrado partidario a la abstención para cumplir con la idea de Rajoy de dejar gobernar a la lista más votada, dice ahora que votará en contra.

Desde fuentes populares han tratado de matizar ese planteamiento para justificar la negativa: las palabras de Rajoy, dicen, se refieren a que el PP nunca pactaría con otras fuerzas para arrebatar el Gobierno a Díaz. Pero ello no implica, afirman, que el partido le favorezca la investidura.

A ello se añade que IU debate aún si votar en contra o abstenerse-los cinco diputados conseguidos por el partido no resolverían nada-y que Ciudadanos ha condicionado el apoyo a un requisito difícil de asumir para Díaz: que los expresidentes Chaves y Griñán, imputados en los ERE, renuncien al escaño.

El Estatuto de Autonomía andaluz establece que ésta necesitaría una mayoría absoluta para ser investida, para lo que precisa de ocho escaños adicionales. Para ello, necesitaría del apoyo de Ciudadanos, con nueve, o de alguno de los quince logrados por Podemos. Si no la consigue, se realizará una nueva votación dos días después, que superará con una mayoría simple: precisa de más votos a favor que en contra. De no producirse este balance, el Parlamento quedaría disuelto y se volverían a convocar elecciones.

De esta forma, el arco parlamentario de los comicios ha dotado a Podemos de un protagonismo inédito. El partido acudirá mañana a la ronda de reuniones convocada por Díaz en el Palacio de San Telmo, y que será clave para negociar estos apoyos. Pero lo hará también con sus condiciones: ente ellas, el apoyo de Díaz a su propuesta de "emergencia social"-que implica una mejor canalización de ayudas a colectivos desfavorecidos-y lucha contra la corrupción. La candidata a la Junta, Teresa Rodríguez, ha advertido que en la formación hará "valer su programa", seleccionando las partes "más importantes y urgentes", que antepondrán en cualquier negociación con el resto de fuerzas políticas.

El lunes, la secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa, ya expresó la intención del partido de sentarse con los socialistas para valorar un posible acuerdo. "Sería un error y vieja política que dijéramos cual es nuestra posición sin escuchar al resto de interlocutores. Anticipar una decisión significa decir que este proceso (la ronda de negociaciones) no vale para nada. Ahora toca sentarse y esperar", subrayaba Bescansa.

La imagen de Díaz llegando a un acuerdo de investidura con Podemos no es menor, y podría tener también sus consecuencias para los socialistas, comprometiendo, a nivel general, el apoyo de sus votantes críticos con cualquier tipo de pacto con el partido de Iglesias. Aunque la presidenta de la Junta ha adelantado que su intención es gobernar en solitario y en minoría, negociando acuerdos puntuales con el resto de partidos, Podemos adquiere en este momento una importancia vital para los socialistas, que no ha pasado desapercibida.

Desde Plaza Podemos, el espacio de debate virtual de la formación, se ha exigido a la dirección que someta a referéndum vinculante esta decisión. La propia candidata, Teresa Rodríguez, aseguró también a mediados de febrero que cualquier tipo de acuerdo postelectoral sería sometido a consulta de los ciudadanos, como así se recoge también en los documentos de principios del partido.