Policía colombiana detiene por narcotráfico a hijo del más viejo paramilitar

  • El hijo del paramilitar más viejo de Colombia y siete hombres más acusados de pertenecer a una banda de narcotraficantes fueron arrestados en el departamento colombiano de Antioquia (noroeste), informó hoy la Policía.

Bogotá, 29 sep.- El hijo del paramilitar más viejo de Colombia y siete hombres más acusados de pertenecer a una banda de narcotraficantes fueron arrestados en el departamento colombiano de Antioquia (noroeste), informó hoy la Policía.

Alias "Roque", cuyo verdadero nombre es Ovidio Isaza, fue detenido en una hacienda del caserío Puerto Triunfo, tras un enfrentamiento a tiros con miembros de la Policía, indica un comunicado de la institución.

El señalado narcotraficante, por el que el Gobierno colombiano ofrecía una recompensa de 400 millones de pesos (unos 223.000 dólares), es hijo de Ramón Isaza Arango, alias "El Viejo" y quien se desmovilizó tras liderar grupos paramilitares en Antioquia.

Las autoridades acusan a "Roque" de homicidio, concierto para delinquir y desaparición forzada. Igualmente de ser el promotor de los cultivos ilícitos, principalmente matas de coca, en varios sitios de Antioquia.

Comenzó su trasegar en el mundo de la delincuencia cuando su padre enfrentó al fallecido jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, quien habría asesinado a varios familiares de los Isaza.

Más adelante participó en algunos negocios de la mafia junto a Gonzalo Rodríguez Gacha, alias "El Mexicano", otro cabecilla del narcotráfico.

La Policía tiene documentada la destrucción de ocho laboratorios para el procesamiento de cocaína de propiedad del capturado y en donde se le incautaron cerca de nueve toneladas de la droga listas para ser exportadas.

Alias "El Viejo", de 71 años e hipertenso, dice sufrir "lagunas mentales" pero las autoridades lo acusan de cometer centenares de delitos como secuestro, homicidio, falsedad, desaparición forzada y tortura, y por ello tiene pendientes otros procesos.

"El Viejo", preso en una cárcel de Bogotá, fue uno de los mandos paramilitares que se desmovilizaron con unos 31.000 de sus combatientes entre 2003 y 2006 durante el Gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010).

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