Policías que buscaba a criminal irrumpe de madrugada en casa de escritor

  • Policías mexicanos, que buscaban a un criminal, irrumpieron la pasada madrugada en la casa del psicólogo y escritor Efraín Bartolomé y su esposa, la arqueóloga Guadalupe Belmontes, en una acción en la que destruyeron parte del mobiliario.

México, 11 ago.- Policías mexicanos, que buscaban a un criminal, irrumpieron la pasada madrugada en la casa del psicólogo y escritor Efraín Bartolomé y su esposa, la arqueóloga Guadalupe Belmontes, en una acción en la que destruyeron parte del mobiliario.

Según contó en una crónica el propio Bartolomé, de 60 años, los agentes derribaron a patadas y golpes con las culatas de sus fusiles la puerta de su hogar, en el barrio de Torres de Padierna.

Una vez en el interior, los policías, vestidos de negro, con pasamontañas y armados con fusiles de asalto, obligaron a la pareja a tirarse al piso y les exigieron revelar "dónde tenían las armas".

"Aquí no hay armas, señor, somos gente de trabajo", respondió Bartolomé a quien los interrogaba.

Tras escuchar los nombres y profesión de la pareja, el policía le dijo: "Tranquilos. Respiren profundo... Voy a verificar los datos".

Tras causar destrozos, vaciar cajones, romper vidrios, el comando armado se marchó, llevándose una cámara fotográfica, la memoria de una computadora y un reloj de pulso.

La policía capitalina, pese a varios llamados de auxilio, de acuerdo con el escritor, nunca llegó a apoyarles.

Horas más tarde, el fiscal del Estado de México (vecino de la capital del país), Alfredo Castillo, informó a la prensa sobre la detención de Óscar Osvaldo García Montoya, presunto líder de la organización La Mano con Ojos, quien confesó haber participado en 300 homicidios y ordenado 600 más.

Castillo confesó que en la búsqueda del criminal la Policía revisó tres casas, una de ellas "desafortunadamente" fue del escritor Bartolomé.

A este matrimonio "respetuosa y públicamente, como procurador del Estado de México (...), ofrezco la más sincera disculpa", dijo Castillo.

En su texto, Bartolomé cuenta el impacto de esta irrupción y cómo su esposa, de 54 años, hasta cierto punto consolada, le dijo: "Pudieron habernos matado".

"Yo imagino por unos segundos nuestros cuerpos ensangrentados en el balo en desorden", escribió Bartolomé todavía bajo los efectos de la adrenalina.

Y se pregunta si el presidente Felipe Calderón sabrá qué pasa en las casas de los mexicanos, y si lo sabrán también el alcalde capitalino, Marcelo Ebrard, así como otros tantos funcionarios encargados de combatir al crimen.

La torpeza de este allanamiento fue reconocida por el fiscal del Estado de México.

Al asumir el poder, en diciembre de 2006, Calderón decidió combatir frontalmente al crimen organizado, enviando a miles de soldados y agentes federales, una estrategia que ha sido criticada por organizaciones civiles que exigen que se abandone el enfoque militarista y se coloque por delante la seguridad ciudadana.

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