Políticos libaneses se reúnen tras nuevas manifestaciones en Beirut

  • Los libaneses volvieron a manifestarse este miércoles en Beirut para expresar su hartazgo ante la clase política, que se reunió para intentar encontrar una salida a la crisis ante la presión de la calle.

Los organizadores de la protesta habían convocado dos manifestaciones, una por la mañana y otra por la tarde, en el centro de la capital, vigilada por un amplio dispositivo policial.

La llamada "crisis de la basura" empezó a mediados de julio, cuando el cierre del principal vertedero del país tuvo como consecuencia la acumulación de desperdicios en las calles de Beirut.

Un puñado de manifestantes lanzaron huevos sobre los vehículos de responsables políticos que se dirigían al Parlamento. "¡Ladrones!, ¡ladrones!, ¡fuera!", les gritaron.

"Queremos una patria" o "El ciudadano primero", rezaban algunas de las pancartas de los manifestantes reunidos en la plaza de los Mártires. "Habéis fracasado en todo... Marchaos a vuestra casa", se leía en unos globos colgados de una barrera.

Cientos de policías se desplegaron en torno al Parlamento, cuyas entradas permanecían cerradas con vallas metálicas coronadas de alambres de espino, comprobó una periodista de la AFP.

En el edificio, los jefes y representantes de los principales partidos políticos entablaron un "diálogo" para abordar el bloqueo político que existe desde hace más de un año en el país.

Poco antes del encuentro, el primer ministro, Taman Salam, declaró que esperaba lograr una salida de la crisis y convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros a las 17H00 (14H00 GMT) para abordar "la crisis de la basura".

Las manifestaciones en la capital ilustran el cansancio de población frente a la corrupción, al deterioro de los servicios públicos del país y a la parálisis de las instituciones, una situación que ha empeorado en los últimos cuatro años por el conflicto en la vecina Siria.

Miles de libaneses de todas las religiones y diversos horizontes políticos se han manifestado en Beirut, un hecho inédito en un país muy dividido políticamente.

Las protestas empezaron pidiendo la dimisión del ministro de Medio Ambiente y una solución al problema de las basuras, pero ahora las reivindicaciones se han ampliado y se exige también la convocatoria de elecciones legislativas. Desde 2009 no se han celebrado elecciones en el país y el parlamento ha prorrogado dos veces su propio mandato.

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