¿Por qué fue tan duro Rajoy con Sánchez en el debate?

    • El debate tertulia llega al Congreso: era inevitable teniendo en cuenta el nivel de la política.
    • Pedro Sánchez está cercado, no tiene nada que perder, mientras que Rajoy sigue en guerra consigo mismo: no hizo lo que prometió.

Sánchez ataca a Rajoy con Bárcenas y el presidente responde que no da la talla y le llama "patético"
Sánchez ataca a Rajoy con Bárcenas y el presidente responde que no da la talla y le llama "patético"
J.L.G.G

Es la pregunta que se hace todo el mundo hoy. ¿Por qué Rajoy se mostró en el debate tan despectivo con Sánchez? Patético fue el que más impactó. Aunque no le faltó razón a Rajoy al emplearlo si a lo que se refería era a la persona que manifiesta de una manera muy viva los sentimientos sobre todo el dolor, tristeza o melancolía. Y Pedro Sánchez en ese caso, sí fue patético, porque expresó en cifras el dolor de un país. Otra cosa es que Rajoy provoque vergüenza ajena o pena. Que era lo que al parecer quería decirle el presidente.

Rajoy le dijo a Sánchez cosas como no vuelva, no tiene usted nivel, dígale al que le ha hecho el discurso que se esmere más. Términos rotundos, casi hirientes. ¿Por qué? Porque Pedro Sánchez atacó a Rajoy en los números. Reterociéndolos, como hizo el presidente. Olvida Rajoy los datos con los que llegó al poder y los que tiene hoy. No son mejores. Otra cosa es que haya frentado la caída.

Se dice que Rajoy perdió los papeles. Que estuvo más tenso de lo habitual aunque deslizó bromas (con Rosa Díez estuvo tan desagradable como siempre, porque el feeling en este caso no existe).¿Qué ha ocurrido? Dos elementos parecen claves en este reacción foribunda del presidente. La primera, la amenaza de Podemos, más presente que nunca en el debate. Gran parte del discurso lo dirigió a un Pablo Iglesias que ni siquiera le escuchó, aunque le criticó. Ese es uno de los mensajes que escucharemos a lo largo de la campaña electoral: gracias a un Gobierno serio España no fue rescatada. Syriza empieza a ceder. No voten ustedes experimentos.

El otro vértice son las elecciones. El discurso de Rajoy fue un discurso de campaña. Logros, datos, vamos mejor...le faltó el España va bien, pero claro, ni Rajoy se atrevió a decirlo tan alto y tan claro como Aznar. Con el paro en cifras inaguantables, la corrupción campando por sus fueros y la credibilidad en mínimos, el debate fue por un momento un Sálvame, o una tertulia de estas en las que después de dos horas uno no saca ninguna conclusión pero pasa un buen rato con los fuegos de artificio. El debate tertulia tenía que llegar.

Las medias verdades inundaron el debate. Rajoy se quejó de Pedro Sánchez. "Sea usted equilibrado". Recordó a ZP cuando Rajoy creía que con poner un pie en la Moncloa, el país iba a mejorar. No lo hizo. Se dio cuenta de que el problema no era solo ZP. Así que recogió una pésima herencia, eso es indiscutible, la empeoró con sus primeras medidas (esperar a las elecciones andaluzas, renunciar al banco malo, gestionar Bankia de mala manera...)y cuando vio que el rescate era una realidad, empezó a hacer reformas. Con cautela, tarde, pero necesarias. Son las que ahora defiende, pero no dice Rajoy las que le faltan. Su falta de política de comunicación hizo el resto. Dar cobijo a los populismos. Ese es otro de los legados de este Gobierno.

¿Y Pedro? Estuvo duro, solo ante el peligro, sin nada que perder. Peleó con Rajoy sabiendo que sus enemigos están en casa. Intentó articular un discurso, pero como aún no lo tiene, demolió el de Rajoy. Pero sin discurso no se ganan elecciones. Aunque sean vacíos. Es verdad que al PSOE se le pide más. Solo pudo decir Pedro que él era un hombre limpio. Solo con eso no será presidente. A no ser que el reality show llegue al extremo de que los españoles se conformen con eso. Rajoy y Pedro parecían cabreados sí, pero más lo están los españoles. Y ese es el miedo: que estén tan cabreados que voten con el hígado. La batalla para evitarlo no ha hecho más que empezar. Con brocha gorda.

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