Posada ve "factible" quitar a los diputados el mes de enero de vacaciones

Madrid, 12 feb.- El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha dicho hoy que le parece "perfectamente factible" que el periodo de sesiones parlamentarias que va de febrero a junio se amplíe al mes de enero, en el marco de la reforma del Reglamento de la Cámara que abordará esta tarde una ponencia constituida al efecto.

Posada ha recordado, en declaraciones en los pasillos, que se debe a "costumbres del pasado" que las vacaciones parlamentarias incluyan los meses de enero, julio y agosto -los periodos de actividad van de enero a junio y de septiembre a diciembre-, y se ha mostrado partidario de "estudiar que el periodo de sesiones que va de febrero a junio empiece en enero".

Según ha explicado, cuando las comunicaciones de todo tipo eran mucho más difíciles, había dos meses al año, enero y julio, que "era muy bueno dejárselos a los diputados para que visitaran a fondo su circunscripción y se enteraran bien de cuáles eran los problemas".

Por otro lado -ha dicho Posada-, se buscaba que el Gobierno "tuviera dos meses de tranquilidad para organizarse bien y luego afrontar las sesiones, que eran de febrero a junio y de septiembre a diciembre".

Posada ha rechazado, en cambio, otra de las propuestas que se debatirá en la ponencia, a propuesta de UPyD, dirigida a que los diputados tengan que "fichar" y cumplir un horario.

"Me parece una propuesta extrema", ha apuntado el presidente, que ha argumentado que "un diputado no es un funcionario" y que "su trabajo no es estar en el Congreso continuamente".

Tras insistir en que es "erróneo unir diputado a funcionario" y en que "los que tienen que tener horario son los funcionarios", Posada ha llamado a los grupos de la Cámara a "renunciar" cada uno a sus propuestas no esenciales, en favor de un acuerdo en torno a lo esencial.

"Si no se tiene esa disposición en general por parte de todos los grupos, no veo fácil que podamos cambiar el Reglamento", ha advertido.

También ha subrayado que, aunque le parece necesario "mejorar" y "perfeccionar" el Reglamento vigente -que data de 1982-, éste es un "buen reglamento".

"Podemos mejorarlo en expresión de los grupos, en búsqueda de posibilidades de que actúen grupos y cómo tienen que actuar con respecto al Congreso y en un control quizá mayor, pero este es un buen Reglamento que ha permitido durante treinta años que gobiernos de todos los signos sean controlados por el Congreso", ha defendido.

También en los pasillos, el portavoz de la Izquierda Plural, Cayo Lara, ha abogado por una reforma en profundidad del reglamento como un "paso necesario" para que las instituciones recuperen la credibilidad que han perdido entre la ciudadanía y para que ésta se acerque y se integre en la vida parlamentaria.

Más transparencia y más democracia es lo que, a su juicio, se requiere, aunque duda de la voluntad del PP de permitir que se establezcan más controles al Gobierno desde el Congreso y se teme que todo quede "en mera palabrería y mera política de marketing".

Sobre la posibilidad de obligar a los diputados a "fichar", Lara no ha descartado ese mecanismo, pero ha subrayado que lo que hace falta es una disposición "decidida" de las personas a cumplir con sus obligaciones en cualquier sitio en el que estén.

"Y aquí, cuando estamos de diputados, tenemos que cumplir sobradamente con nuestras obligaciones porque para eso nos pagan", ha zanjado.

No obstante, como agricultor que ha sido, es de los que piensa que no hace falta reloj para cumplir con sus horas de trabajo: "Tenemos plena conciencia de lo que sufre y trabaja la gente que está penando cada día para poder llevar un trozo de pan a la mesa", ha apostillado.

El diputado del PP Vicente Martínez Pujalte, por su parte, ha advertido de que "no se puede simplificar la actividad parlamentaria, que es muy seria".

Martínez Pujalte ha señalado que la actividad de los diputados no se desarrolla fundamentalmente en el Congreso, sino fuera, con reuniones con grupos, ciudadanos o en las propias circunscripciones.

"Tenemos que estar en continua y constante unión con los ciudadanos -ha apuntado-, con las asociaciones, con todo el mundo que puede aportar ideas para traerlas a este Parlamento, debatirlas y mejorar la vida de los ciudadanos".

Otra cosa distinta, ha precisado, es que se entienda el Congreso como un centro de trabajo y "no un casino" y, por eso, está de acuerdo con que se "supriman" las bebidas de alta graduación. "Aquí no se viene a comer ni beber, se viene a trabajar", ha sentenciado.