Posturas pasionales, científicas, jurídicas y sociológicas en debate de ILP

  • La doble jornada de comparecencias en el Congreso de los Diputados para debatir la proposición de ley para declarar la fiesta de los toros Bien de Interés Cultural ha dejado todo tipo de opiniones pasionales, jurídicas, científicas y sociológicas desde las dos posturas posibles: taurina y antitaurina.

Madrid, 11 jul.- La doble jornada de comparecencias en el Congreso de los Diputados para debatir la proposición de ley para declarar la fiesta de los toros Bien de Interés Cultural ha dejado todo tipo de opiniones pasionales, jurídicas, científicas y sociológicas desde las dos posturas posibles: taurina y antitaurina.

En la primera sesión de comparecencias celebrada la víspera hubo división de opiniones, con una gran mayoría de intervenciones jurídicas, intercaladas con otras más pasionales tanto a favor como en contra de la tauromaquia.

La primera comparecencia corrió a cargo del catedrático en Derecho Administrativo Tomás Ramón Fernández, quien defendió la puesta en marcha del texto basándose en la "legalidad constitucional", que obliga al Gobierno a "conservar y promover el enriquecimiento del Patrimonio Cultural español".

Otro catedrático en Derecho Administrativo Enric Argullol i Murgades apeló al "pluralismo territorial y cultural" en toda España, para que sean "las autonomías, asumiendo sus estatutos con total independencia, las que tomen este tipo de decisiones".

Enrique Alonso, Consejero de Estado, señaló que "es igual de lícito, constitucionalmente hablando, la defensa como el ataque" a la propuesta, aunque su mayor inquietud es "ser identificado como español por el toreo", algo que, como él, puede compartir muchas personas, por lo que "esta nueva ley puede generar un conflicto social importante".

El jurista José Antonio Soriano hizo también hincapié en que la ILP, cuyo texto es "mejorable", es "constitucionalmente posible", aunque, a su juicio, "jurídicamente no se puede imponer los toros como norma a toda España", ya que "la potestad de las decisiones en materia taurina debe poseerla las autonomías".

Soriano, que, sin considerarse taurino, se mostró también contrario a las posturas prohibicionistas, consideró que: "hay que dejar libertad a la gente de ir o no ir a los toros, y sólo la oferta y la demanda debería decidir su futuro".

Luis María Gibert, presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, promotora de la ILP taurina, realizó un discurso pasional sobre la "dolorosa privación de la libertad de elección del pueblo catalán, 'maltratado' y vilipendiado por una normativa autonómica" que les ha hecho perder "una identidad muy arraigada a nuestra cultura como es la tauromaquia".

Vicenta Vaquer, psicóloga docente y representante del grupo animalista PRODA, desarrolló su comparecencia "pasional a la vez que alarmista" al considerar que "los niños expuestos a conductas de crueldad animal sufren debilitamiento del sentido moral y una insensibilización emocional".

Y Carlos Núñez, ganadero y presidente de la Mesa del Toro, llevó a cabo su defensa de la tauromaquia desde un punto de vista económico, social y ecológico, y pidió al poder político "tolerancia, respeto, libertad de elegir y de empresa".

En la última jornada de intervenciones se postularon las visiones más sociológicas y científicas, ambas desde el punto de vista antitaurino, aderezadas con una lección de historia, cultura, economía y ecología taurina.

El veterinario José Enrique Zaldívar versó su comparecencia desde el punto de vista científico, al considerar que el toro "sufre" en la plaza, donde es "maltratado y torturado hasta su muerte", y pidió a la cámara que no declare Bien de Interés Cultural un espectáculo "cruel y cruento", que "para nada" es Cultura.

El activista antitaurino Leonardo Anselmi hizo un análisis sociológico y moral sobre la existencia de un espectáculo "denigrante y de otra época social", e hizo un llamamiento a la reconversión del sector taurino para "intentar mantener el toro, la dehesa, y el arte que ha girado y gira alrededor del evento taurino, pero sin mantener el espectáculo".

Por último, Andrés Amorós, doctor en Filología Romana y crítico taurino del diario ABC, consideró la tauromaquia "un sector económico muy vivo, de una riqueza cultural y ecológica como ninguna", que debe ser considerada por el gobierno como "Patrimonio Cultural de todos los españoles".

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