PP y Podemos marcan su estrategia: ningunear a Pedro Sánchez

    • Ambos partidos perfilan al otro como su único rival a batir. Iglesias ahonda en la crisis de liderazgo socialista.
    • El PP plantea la dicotomía entre los "valores de la Transición" y los "radicales", en alusión a Podemos.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez.

Primero fue Podemos, y ahora ha sido el PP. Ambos han entrado en plena liza electoral con una estrategia que pasa más por desmontar al adversario que por exponer ideas de programa y con una coincidencia clara: ambos han optado también por convertir al otro en su principal rival a batir, relegando en sus discursos al PSOE.

Después de que Iglesias cargase duramente contra Pedro Sánchez por el "incidente" de su viaje a Washington-cuando llegó tarde a una conferencia por perderse, pese a llevar el GPS-el secretario general de Podemos ha optado por "ningunear" al dirigente socialista. Así lo dejó en evidencia en una entrevista concedida la semana pasada al diario El País, cuando afirmó convencido de que "en las próximas elecciones habrá dos opciones: PP y Podemos".

La dicotomía marcada por el eurodiputado ha ido acompañada de una rotunda campaña de desprestigio contra Sánchez. Iglesias ha ahondado en la crisis de liderazgo abierta en el PSOE y la ha dejado en evidencia en muchas de sus últimas intervenciones. "Parece que Susana Díaz manda más que Pedro Sánchez. La invito a un debate conmigo en televisión, a ver si se atreve", dijo hace unos días en un mitin masivo en Sevilla, en referencia a la negativa del líder socialista a aceptar su propuesta de someterse a un "cara a cara" televisado. Tras la ironía, Iglesias supo pellizcar en el asunto que, a día de hoy, más preocupa al secretario del PSOE.

El partido de Sánchez es, según los sondeos, el más perjudicado por la "sangría" de votos que representará Podemos. Según una reciente encuesta de GAD3 para ABC, uno de cada cuatro votantes del PSOE abandonaría esas siglas para pasarse al partido de Iglesias. Entre tanto, el PP se vería afectado por la emergencia de Ciudadanos: la mitad de los sufragios del partido de Rivera-que, según el último sondeo de Metroscopia, lograría once escaños-procederían de antiguos votantes populares.

Al desdén verbal de Iglesias hacia Sánchez se ha sumado también en los últimos días la polémica cita secreta entre el líder de Podemos y varios miembros de la vieja guardia socialista, entre ellos, el expresidente del Gobierno, José luis Rodríguez Zapatero y el exministro José Bono, anfitrión de este encuentro. Sánchez no fue informado de este encuentro, lo que sirvió para fracturar aún más las ya muy enfriadas relaciones en el seno del partido. "No informo a Pedro Sánchez de mi agenda diaria", manifestó Zapatero. Iglesias, por su parte, ha sostenido que en el encuentro se trataron asuntos de la actualidad política, aunque no de la situación interna del partido.

El PP ha optado este fin de semana por seguir la misma estrategia y en la Convención Nacional de los populares se ha dejado claro que Podemos es el principal rival, más bien, el único. Las encuestas internas del partido de Rajoy sitúan a la formación emergente como segunda fuerza política. Los primeros, según este sondeo, serían ellos. Los datos, en cambio, no se corresponden con los que se avanzan desde varios medios de comunicación, en los que el PP quedaría relegado a un tercer lugar, con una devacle histórica.

Los ataques de Rajoy se han hecho palpables a lo largo de todo el fin de semana. "ahora hay algunos que quieren cambiar el sistema. ¿Qué sistema quieren cambiar? ¿El sistema que les permitió estudiar toda la vida en colegios públicos si quisieron?", clamó el sábado, ante jóvenes de su partido. "¿El sistema que les permite entrar en la universidad? ¿El sistema por el que tienen becas sin asistir por importe de 1.800 euros al mes?".

La misma estela siguieron en sus intervenciones otros dirigentes, como Floriano, Arenas o González Pons, que advirtió de una dicotomía entre los valores de la Transición- encarnados, según su consideración, en el PP- y la "ruptura" que representan los "radicales". Una "España contitucional", la del PP, y una "España soviética", la de Podemos, alertó el eurodiputado. Y fue más allá en la polarización: "Vamos a unas elecciones ideológicas en las que vamos a tener que optar entre España o Venezuela, entre libertad sin ira o ira sin libertad". Del PSOE, ni palabra.

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