Kampala, 12 ene.- El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, no logró hoy convencer a los comerciantes de Kampala para que abandonen la huelga de tres días que iniciaron este miércoles contra los elevados intereses fijados por los bancos de ese país.
Museveni se reunió en su residencia oficial durante seis horas con el gobernador del Banco Central, Tumusiime Mutebile, y representantes de las entidades y de los comerciantes, pero el diálogo no dio frutos, confirmaron a Efe fuentes gubernamentales.
El mandatario volvió a convocar a las partes para el próximo sábado, pues "no puede sucumbir o trabajar bajo presión", comentó Mutebile al diario estatal "New Vision".
El gobernador, según las citadas fuentes gubernamental, subrayó en la reunión que aunque el paro no ha generado violencia, sí está creando una imagen negativa del país -tercera economía más importante de África Oriental- ante los inversores internacionales.
Por su parte, los comerciantes dejaron claro que no pueden dar la cara ante sus representados sin una solución.
El centro comercial de Kampala permaneció hoy desierto por segundo día consecutivo, mientras policías antidisturbios y soldados patrullaron las calles para evitar posibles disturbios.
Con el paro, los huelguistas quieren presionar a la banca comercial para reducir los intereses que pagan por los préstamos, que el pasado mes llegaron al 30 por ciento.
Para frenar la elevada inflación, que llegó a superar el 30 por ciento en 2011, el Banco Central subió los tipos desde el 13 por ciento en julio hasta el 23 por ciento de diciembre, lo que animó a los bancos a incrementar sus propios intereses.
El gobernador del banco emisor mantiene que la medida es acertada porque la inflación está empezando a remitir, y los comerciantes sostienen que la iniciativa supone la ruina para el sector.
De no hallarse una solución, el portavoz de la Asociación de Comerciantes de Kampala, Issa Ssekito, advirtió ayer de que los tenderos retirarán su dinero de los bancos tras tres días de huelga, que pueden perjudicar aún más a la alicaída economía nacional.
Los huelguistas creen que el despilfarro de los 26 años del Gobierno del presidente Museveni y la falta de inversiones en la agricultura, que emplea a alrededor de 80 por ciento de la población, han dado rienda suelta a la inflación.
El Ejecutivo, por su parte, mantiene que el alza de los precios se debe a varios factores, como la crisis económica global y el mal tiempo que ha afectado a los cultivos en muchas zonas del país.
Uganda vivió el pasado año una serie de manifestaciones -algunas de ellas violentas- impulsadas por la oposición para protestar contra el gran coste de vida del país, avivado por el encarecimiento de los alimentos.
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