Presidente electo afirma que será presidente de todos los israelíes

Jerusalén, 10 jun.- El político derechista Reuvén Rivlin aseguró hoy que será "presidente de todos los israelíes" y que "la casa a la que irá a trabajar será hogar" para la derecha y para la izquierda.

En un discurso público poco después de imponerse en una apretada votación al centrista Meir Shitrit, el presidente electo de Israel dijo que la ley le "obliga a no ser miembro de ningún partido político".

"Ahora soy de todos, un hombre del pueblo, hoy comienzo el camino a otra casa, en Jerusalén, la capital de Israel", afirmó visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos.

"La casa a la que voy (la presidencia) es la casa de todos los israelíes, la casa de Jerut (partido nacionalista) y de Maki (partido comunista), en la que todos juntos podrán compartir la experiencia israelí", agregó sobre su nueva función, meramente protocolaria.

Rivlin, de 74 años y que hoy se impuso en una segunda tensa votación a Shitrit, habló de su nueva función de "unir" al pueblo de Israel y se dirigió sus palabras por igual a "judíos, árabes, drusos, ricos, pobres, religiosos y menos religiosos".

Y haciendo gala de su reconocido talante de demócrata, que contrasta con una fuerte ideología nacionalista, resaltó que "la habilidad de discutir es el medicamento que da vida a la democracia israelí", por la que también brindó al concluir su breve discurso.

Rivlin sustituirá como jefe del Estado de Israel al veterano político Simón Peres, que el próximo 24 de julio concluirá a los 91 años los siete de legislatura que permite la ley.

Después de la votación quedó patente la tensión entre el presidente electo y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que ni se molestó en felicitarle hasta que ya no le quedó más remedio, al final de un brindis.

"Bebes de un pozo profundo y rico que es la tradición del pueblo de Israel, el sionismo y el judaísmo, conocemos tu camino y tus creencias", le dijo Netanyahu, en quien era notoriamente palpable la sensación de compromiso.

Más próximo con Rivlin fue el líder de la oposición laborista, Itzjak Herzog, que le dio un fuerte y cálido abrazo en público, así como lo hicieron otros rivales políticos de izquierdas.