El complejo escenario post-electoral que han dibujado los comicios del pasado domingo mantiene al rojo vivo a los distintos partidos. Tanto a aquellos que dan por perdidas ya sus posibilidades de gobernar, como los que ahora deben abrir negociaciones para componer los nuevos Ejecutivos autonómicos y locales.
La tensión ante posibles alianzas ha provocado ya los primeros desacuerdos en Podemos, el partido que se ha convertido en clave para facilitar distintos gobiernos. La situación se presenta tensa sobre todo en la Comunitat Valenciana, donde el secretario general del partido en la región, Antonio Montiel, ya comunicado que el próximo lunes reunirá alsecretario general del PSPV, Ximo Puig, y a la candidata de Compromís, Mónica Oltra, para tratar el futuro Gobierno valenciano "en una reunión a tres bandas".
Así lo ha señalado Montiel en declaraciones a los medios de comunicación tras haber mantenido una reunión con los diputados electos que conformarán el futuro grupo parlamentario en las Corts Valencianes.
Pese a que el PP fue el ganador en las elecciones, logró 31 diputados, lejos de la mayoría absoluta en la Cámara, que se fija en los 50 diputados. Así, por tanto, el futro gobierno autonómico dependerá de los posibles acuerdos entre socialistas, con 23 escaños, Compromis, con 19, Ciudadanos, con 13 y Podemos, 13. El único pacto posible para los populares, el de PP-Ciudadanos, tampoco llegaría a la mayoría.
La convocatoria de Montiel supone incumplir las directrices lanzadas por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que hoy mismo se mostró tajante al descartar cualquier acuerdo con los socialistas. "Compromís en la Comunidad Valenciana tiene un resultado muy interesante, entendemos que son representantes del cambio político. Con Compromís podemos entendernos de otra manera, con el PSOE no vamos a entrar en Gobiernos", dijo Iglesias, nublando las expectativas de Ximo Puig.
La intención del secretario general va en la línea de permitir a Mónica Oltra, líder de Compromis, ser la nueva presidenta valenciana. Con su formación sumarían 32 escaños, uno más que los conseguidos por el PP.
Su homólogo valenciano, en cambio, no quiere hacer de entrada ningún descarte. "Sólo hemos venido a trabajar por la gente y hay que hacer políticas para ellos. Para eso hay que tomar decisiones y compromisos. El cambio no era sólo echar al PP, sino cambiar la forma de hacer política", explicó tras anunciar la reunión del próximo lunes, en la que presentará sus líneas programáticas.
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