Prisioneros cubanos: 'Si la libertad implica el exilio, no la queremos'

  • No todos los presos políticos a los que la Iglesia cubana está ofreciendo abandonar la isla dentro del acuerdo cerrado con el régimen castrista para la liberación de 52 presos están dispuestos a abandonar la isla. Quieren seguir la lucha desde dentro, pero también hay otros factores que les echan atrás.

Desde agricultores hasta economistas
Desde agricultores hasta economistas
Maria Torrens

A pesar de no saber todavía qué será de ellos al rechazar viajar a España, alrededor de una decena de ellos ya ha dejado claro que no piensa dejar atrás su patria. El pacto entre Iglesia, el ministro Miguel Ángel Moratinos y Raúl Castro en principio incluye el viaje a nuestro país y no se ha definido qué sucederá con quienes decidan no aceptar la oferta.

Pedro Argüelles, Arnaldo Ramos, Eduardo Díaz Fleitas y Regis Iglesias ya han comunicado al cardenal cubano Jaime Ortega que no abandonarán el país, a pesar de estar los siguientes en la lista para las excarcelaciones. También hay otros, como el presidente del ilegal Partido Liberal Democrático de Cuba Héctor Maseda, que no aceptarán la oferta.

La edad y la salud son decisivas


Arnaldo Ramos (abajo derecha en la imagen, la única disponible de él) es uno de los presos que se beneficiaron recientemente de la también nueva política de acercamiento a las cárceles cercanas a las familias. Aunque de poco sirve, pues solo tiene derecho a hablar una vez a la semana 25 minutos por teléfono con su esposa, Lidia Lima, a quien sigue pudiendo ver únicamente cada dos meses.

Aún así ambos han decidido, o mejor dicho tenían decidido desde hace tiempo, que nunca abandonarían Cuba. Así lo cuenta Lidia Lima desde La Habana, que añade que su esposo "no quiso aceptar [la oferta] porque somos personas mayores [y] no podemos arriesgarnos a iniciar una nueva vida".

Lima tiene 69 años, es diabética e hipertensa. Su marido tiene 68 años y también es diabético. Ella está contenta por los que se han ido y asegura que "tenerlo aquí en la casa es lo único que deseo después de tantos años sufriendo".

Cree que al final le acabarán liberando a él también, pues a su marido "no le pusieron ninguna condición" a su decisión.

La mujer de Pedro Argüelles (abajo izquierda en la imagen), Yolanda Vera, cuenta que su marido "nunca querría irse de Cuba" porque lo que desea es seguir ejerciendo el periodismo independiente en la isla.

"Él siempre me ha dicho que la lucha de él contra el castrismo está dentro de Cuba", añade Vera, que todos los días habla veinte minutos –los que les permiten las autoridades- por teléfono con su esposo.

También pesa la edad. Vera explica que ella (60 años) y su marido (62 años) ya son mayores para encontrar trabajo en otro país y el estado de salud de él no es bueno. Argüelles tiene poca visión pues sufre de cataratas, además de artrosis generalizada entre otros problemas.

Falta de información

Yolanda Vera se siente "dichosa por una parte, porque pudieron salir" otros presos, pero triste porque la noticia de la liberación coincidió con el aniversario de la repentina muerte de su hijo pequeño de 35 años por un tumor cerebral. Cuenta que además otro hijo es portador del VIH y queda claro que teme por su salud.

Vera no sabe qué decisión habría tomado ella si le hubieran ofrecido abandonar el país, pero el temor a la crisis y el desempleo la echa atrás. Además, ni siquiera ha recibido información sobre la ayuda que obtendría su familia en España si su marido decidiese finalmente abandonar el país. Nadie se ha puesto en contacto con ella para explicárselo.

Futuro incierto

Por su parte, el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez, opina que los presos deben tomar la decisión de abandonar su país en una condición de "gran desigualdad y desventaja".

Sánchez asegura que la presión psicológica es grande, pues se trata de elegir entre la libertad en el exilio o volver a su celda. "Un solo día en prisión es algo terrible en las cárceles cubanas, más cuando son inocentes".

Este activista residente en La Habana no es tan optimista como Lidia Lima y Yolanda Vera. No confía en la excarcelación de los presos que rechacen la oferta de viajar a Madrid.

Castro accedió a la liberación de los 52 presos del Grupo de los 75 después de que Moratinos se comprometiera a acogerlos en España, pero no se habló de la posibilidad de que algunos prisioneros se negaran a ello. Esta es ahora la gran incógnita.

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