Puigdemont asume acuerdos difíciles con la CUP y se abre a la oposición

    • Los anticapitalistas marcan distancias alineándose con los grupos para exigir la devolución de la paga a funcionarios.
    • El president ha dado orden a sus consellers para que mantengan una actitud de diálogo con los partidos.
Artur Mas y Carles Puigdemont.
Artur Mas y Carles Puigdemont.

El complejo equilibrio interno entre Junts pel Sí y la CUP se ha trasladado este miércoles a la actividad del Parlament. Los antisistema votan hoy junto a la oposición u na propuesta de resolución en la que se reclama que se devuelva a los funcionarios la paga extra de 2012, un gesto evidente para las distancias que la formación trata de marcar con el recién designado president.

La convivencia entre ambas formaciones se avanza complicada en una legislatura ya inédita. Pese a haber cedido finalmente a la investidura, tras la renuncia de Mas, la CUP desea desligarse en todo lo posible del nuevo Govern y ejercer con firmeza su labor de oposición.

Los anticapitalistas tratan con ello de atajar cualquier resquicio de malestar interno en los opositores al acuerdo de investidura, por el que la CUP firmó duras condiciones: que dos diputados se integrasen en la trabajo de la candidatura de CiU y ERC y el compromiso de no votar en contra de ninguna iniciativa parlamentaria contra Junts cuando ésta pueda afectar al "derecho a decidir" y la estabilidad del Govern.

El mensaje político es por tanto claro. La CUP trata también de que su actividad conjunta con Junts pel Sí se limite al máximo. La primera reunión del grupo parlamentario contó con la asistencia de la diputada Gabriela Serra- no así de Benet Salellas-pero su participación fue mínima.

La decisión de los antisistema ha provocado distintas interpretaciones desde la organización y el Govern en tanto se pueda entender que supone un incumplimiento del acuerdo. El diputado Pere Aragonés, a su vez secretario general de Economía, ha advertido de que, de devolverse la paga extra, los presupuestos podrían verse comprometidos. Un argumento rechazado por los antisistema.

Ante esta compleja perspectiva, Puigdemont ha marcado también su propia estrategia tratando de tender puentes con la oposición en aquellos temas que no afectan directamente al Estado independiente. El president ha puesto en aviso a los miembros del Govern para buscar el "diálogo" con todos los grupos parlamentarios.

Puigdemont espera que en lo que no haya desacuerdos es en los pasos hacia la independencia. En su comparecencia ante el Pleno del Parlament para presentar la estructura de Govern, este miércoles, aclaró que ese objetivo se fija "con el convencimiento de que existe un mandato de las urnas que permite al Govern dotarse de una hoja de ruta que permite ir hacia un Estado independiente". "Lo haremos con garantías, sin pasos en falso, sin objeciones", dijo el president.

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