Purga en 'Ciudadanos': la ofensiva de Rivera contra sus propios críticos

    • El partido de Rivera intensifica la revocación de afiliaciones y la apertura de expedientes disciplinarios.
    • El último caso, en Madrid, donde una veintena de afiliados han sido expulsados por sus críticas a la línea de la dirección.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

La revocación de afiliaciones o la apertura de expedientes disciplinarios al sector crítico se ha convertido en una práctica habitual en los últimos tiempos en el partido de Rivera.

Así lo han venido denunciando desde hace semanas distintos afiliados, y lo confirma ahora el propio Comité Ejecutivo de la formación. El delegado territorial en la Comunidad de Madrid, César Zafra, ha informado de que se han "tomado medidas" contra una veintena de militantes que escribían "mensajes contra el partido" en un chat de "WhatsApp". A aquellos con menos seis meses de militancia se les ha revocado la afiliación, mientras que a los que superan este periodo se les ha abierto un expediente disciplinario.

El partido de Rivera justifica que estas personas estarían tratando de reunir a la mayor cantidad de afiliados para cambiarse a otros partidos o incluso formar una nueva formación. También, explican, contemplaban demandar judicialmente al partido por lo que consideran una falta de democracia interna. La formación de Rivera afirma que se estaban profiriendo "acusaciones graves" e insultos contra el partido.

Los afiliados en cuestión pertenecían a la corriente crítica de Madrid, especialmente activa en las últimas semanas una vez que el partido tomase la decisión, unilateral y cerrada, de fragmentar la agrupación madrileña en 21 agrupaciones de distrito. El sector crítico denunció entonces que, con esta 'maniobra', se trataba en realidad de menoscabar el poder de la capital para trasladarlo a Barcelona.

Los mensajes de la discordia hacían sobre todo referencia al modelo de primarias adoptado por el partido, que viene generando discrepancias desde hace meses. De hecho, ya en el momento de designar candidatos para las autonómicas y municipales, el grupo de afiliados contrarios a la línea de la dirección exigió que desapareciese el umbral de avales requerido, considerado insalvable para cualquier candidato, salvo para aquellos que fuesen aupados por Rivera. En un leve gesto hacia estas críticas, el núcleo duro acordó rebajar este umbral del 10% al 2%. Pese a ello, las discrepancias continuaron.

En los últimos días, y una vez que el partido mantuvo el mismo sistema para elegir a su candidato a las generales, los desacuerdos arreciaron. Pese a que hubo otros cinco precandidatos, sólo Rivera logró reunir los avales necesarios, a gran distancia de sus rivales.

Los Estatutos del partido reservan a la dirección la posibilidad de echar a un afiliado si considera que no cumple con el perfil exigido o pueda perjudicar a la imagen de la formación. Se trata, argumentan, de que surjan corrientes que puedan llegar a dinamitar el partido desde dentro. El problema de los "intrusos" y "troyanos" es asunto que también preocupa en Podemos, y motivo en el que Pablo Iglesias justificó el no concurrir con su propia marca a las elecciones municipales.También en La Rioja

Las de Madrid no son las únicas expulsiones o revocaciones que se han conocido en Ciudadanos. Se trata, dicen los críticos, de una práctica demasiado extendida. Hace unos días, trascendió el caso de La Rioja, donde el partido de Rivera decidió expulsar en mayo a cerca de una decena de afiliados, críticos también con la falta de democracia interna en la formación. Los críticos denunciaron entonces que la Junta Directiva en la región había anulado las candidaturas de tres afiliados, pese a su número de votos, con la excusa de no cumplir ciertos requisitos.

Entre ellos, llevar seis meses como afiliado en el partido. Una exigencia en cualquier caso muy flexible, ya que los mismos Estatutos permiten a la dirección validar a ciertos candidatos que no lo cumplan. Así ocurrió, por ejemplo, con Begoña Villacís, ahora portavoz municipal del partido 'naranja' en el ayuntamiento madrileño, que apenas llevaba dos meses afiliada cuando presentó su intención de concurrir en primarias. Los candidatos, dijeron los críticos, fueron sustituidos por otros afines al núcleo duro de Rivera, incluso sin afiliación.

Como ya informó este diario, hace semanas, Fran Calderón, uno de los miembros más visibles de la corriente crítica en Madrid, vio bloqueada su intención de concurrir a las primarias, después de que el partido le notificase la revocación de la afiliación en base a los reglamentos, sin más explicaciones.

También a nivel municipal se encuentran casos en idéntica línea. Un afiliado denunció hace unos días su revocación una vez que anunció su intención de presentar su candidatura para el ayuntamiento valenciano de L'Eliana. Según su denuncia, la dirección le comunicó la decisión sin explicaciones y a 45 minutos del cierre de plazo de presentación de candidaturas, "con lo cual tampoco fue posible reorganizarla", critica. "Dos meses y medio después y tras burofaxes al Comité Ejecutivo y a la Comisión de Garantías, míos y de mi abogada, sigo sin saber las razones de mi revocación. El coordinador local, sin otro contrincante, fue el cabeza de lista", explica.

Comentada fue también la expulsión, en abril, de Thibaut Deleval, uno de los más activos integrantes del sector crítico y que en varias ocasiones había insistido en la necesidad de afinar los procedimientos de primarias. Deleval recibió también un correo electrónico de la dirección en la que se le comunicaba su baja como afiliado. También Álvaro Arranz, otro afiliado crítico: "Es triste, pero Ciudadanos tiene dueño y no es la sociedad civil. Peor que PP y PSOE", manifestó tras ser expulsado.

El rival de Villacís a las primarias madrileñas, Jaime Trabuchelli, cargó duramente contra el partido, que dejó semanas después de las elecciones.

"Yo me fui de Ciudadanos porque un partido que atropella a las buenas personas no merece mi tiempo, mi esfuerzo y mi dinero. Porque un partido que ha sido asaltado por una ejecutiva que no está dispuesta a soltar las riendas bajo ningún concepto y quiere llamarse democrático, es una estafa a la sociedad", decía, en un áspero artículo en su blog.

Los de Madrid y La Rioja no serán los únicos 'depurados', aseguran los críticos. El partido investiga otros casos en varias provincias españolas.

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