Querella contra el exjefe del Ejército chileno por secuestro en la dictadura

  • El exjefe del Ejército chileno y expresidente del Servicio Electoral Juan Emilio Cheyre fue demandado por secuestro y torturas por hechos ocurridos poco después del golpe de Estado de 1973, informaron hoy medios locales.

Santiago de Chile, 10 sep.- El exjefe del Ejército chileno y expresidente del Servicio Electoral Juan Emilio Cheyre fue demandado por secuestro y torturas por hechos ocurridos poco después del golpe de Estado de 1973, informaron hoy medios locales.

Cheyre, que el mes pasado debió renunciar a su puesto en el Servicio Electoral al haber admitido que durante la dictadura pinochetista entregó a un convento al hijo de una pareja asesinada por militares, ha sido demandado por tres hermanas que cuando eran niñas fueron llevadas a una cárcel de mujeres junto a su madre, una militante socialista detenida.

La querella fue presentada en la Corte de Apelaciones de La Serena, a unos 470 kilómetros al norte de Santiago, en representación de las hermanas Monroy Rodríguez, hijas de Elena Rodríguez, quien afirma que en octubre de 1973 Cheyre, entonces teniente del Ejército, allanó su casa junto a otros militares.

"Él (Cheyre) derrumbó la puerta a patadas, él iba con Ojeda y Polanco, otros dos subtenientes y un personal de militares que entraron y destruyeron todo, todo lo que a nosotros nos había costado", señaló a los periodistas Elena Rodríguez.

Según los querellantes, en diciembre de 1973 los militares regresaron a la vivienda y trasladaron a las tres niñas, Natacha, Yelena y Marianela, entonces de uno, tres y doce años de edad, a la cárcel de mujeres, donde estuvieron recluidas junto a su madre hasta abril de 1975.

Cuando fue comandante en jefe del Ejército chileno (2002-2006), ya en democracia, Cheyre hizo un mea culpa en nombre de la institución por las violaciones de los derechos humanos cometidas durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).

El pasado enero asumió la presidencia del Servicio Electoral (Servel), pero renunció a ese puesto, aunque no al directorio del organismo, al reflotar las acusaciones que lo vinculan a otro controvertido hecho durante su estancia en La Serena.

En aquella época, Cheyre entregó a unas monjas a Ernesto Lejderman, que tenía dos años, después de que un piquete de soldados matara a sus padres, el argentino Bernardo Lejderman y la mexicana María Rosario Ávalos.

Cheyre ha dicho que se limitó a entregar el bebé a las monjas por orden superior y que hasta 1998 no supo la verdad de lo ocurrido.

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