Reclaman a EE.UU. excarcelación de independentista puertorriqueño Óscar López

  • Una masiva manifestación recorrió hoy las calles de San Juan para llamar la atención del Gobierno de EE.UU. y pedir la excarcelación de Oscar López Rivera, preso en cárceles estadounidenses desde hace 32 años por conspiración sediciosa en su lucha por la independencia de Puerto Rico.

San Juan, 23 nov.- Una masiva manifestación recorrió hoy las calles de San Juan para llamar la atención del Gobierno de EE.UU. y pedir la excarcelación de Oscar López Rivera, preso en cárceles estadounidenses desde hace 32 años por conspiración sediciosa en su lucha por la independencia de Puerto Rico.

Políticos, artistas, líderes religiosos y puertorriqueños de todas las ideologías se echaron a la calle para pedir al presidente de EE.UU., Barack Obama, un gesto de gracia hacia López Rivera, de 70 años, condenado en 1981 por sus vínculos con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

La marcha, organizada por la iniciativa "32 por Oscar" y el Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico, reunió a unos pocos miles de personas según medios de la isla, a falta de datos oficiales de las autoridades locales.

López Rivera fue vinculado en 1981 con los actos de sabotaje que la organización independentistas llevó a cabo en las principales ciudades de estadounidenses en las décadas de los setenta y ochenta, lo que le valió una condena de 70 años de la que lleva cumplidos 32.

La causa de López Rivera ha conseguido aglutinar a personalidades de todas las ideologías, que con su presencia en la marcha o con manifestaciones públicas de apoyo dieron testimonio de que en Puerto Rico se considera al veterano independentistas un "preso político" más que un miembro de una banda armada.

La tradicional apatía de los puertorriqueños por salir a las calles en manifestaciones se rompió en esta ocasión en la que solo se echo en falta la presencia del gobernador de la isla, Alejandro García Padilla, que a última hora adujo compromisos que le impidieron encabezar una marcha con cuya organización se había comprometido.

El secretario de Asuntos Públicos y Portavoz del Ejecutivo puertorriqueño, Jorge Colberg, anunció al inicio de la marcha la ausencia de última hora del gobernador, aunque dejó claro que García Padilla mantiene su solidaridad con la causa.

Colberg detalló que el gobernador habló el viernes con el copresidente del grupo de trabajo nombrado por Obama para tratar el asunto del estatus de Puerto Rico, David Agnew, y que en esa conversación pidió al funcionario que transmitiera a Obama el deseo de los puertorriqueños de la excarcelación de López Rivera.

La marcha contó con la participación de los miembros del Congreso estadounidense de origen puertorriqueño Nydia Velázquez y Luis Gutiérrez, que viajaron a San Juan para solidarizarse con la causa de López Rivera.

Gutiérrez dijo en declaraciones a la prensa antes de comenzar la marcha que es hora de que López Rivera vuelva a su casa y que se trata de una causa que apoyan todos los puertorriqueños.

Velázquez aseguró que Obama tiene la responsabilidad moral de indultar a López Rivera y que el independentistas está en prisión por el amor a su patria.

Los congresistas estuvieron acompañados por personalidades como la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín; la presidenta del Colegio de Abogados, Ana Irma Rivera, y el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves.

La lista de figuras públicas incluyó al artista Antonio Martorell, el cantante Danny Rivera y el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos.

La manifestación de San Juan fue secundada hoy por otra en Nueva York organizada por la Coalición Comunitaria por la Liberación de Oscar López Rivera.

La marcha de hoy forma parte de una campaña en favor de la excarcelación de López Rivera que vivió su primer episodio el pasado julio, cuando una concentración ante la cárcel federal de San Juan promovida por la Organización Socialista Internacional (OSI) pidió la libertad del veterano independentista.

El pasado mayo se llevó a cabo una protesta masiva en distintos puntos de Puerto Rico bajo la iniciativa "32 por Oscar" con la que se pretendía llamar la atención de Washington sobre el asunto.

Condenado a 55 años de cárcel en 1981 por conspiración sediciosa contra el Gobierno de EE.UU., en 1988 fue sentenciado a 15 años más por tratar de escapar de prisión.

Es el único de los 13 puertorriqueños que en 1999 rechazó la oferta de liberación que les hizo el entonces presidente de EE.UU. Bill Clinton.

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