Este despliegue, cuyo número no se precisó, "estaba programado", y no interviene tras la intensificación de los combates, declaró a la AFP el coronel Michael Lawhorn, portavoz de la misión de la OTAN en Afganistán.
De acuerdo con la misión confiada a las tropas de OTAN en Afganistán a finales de 2014, les refuerzos estadounidenses no tienen la intención de "participar en los combates", destacó el coronel Lawhorn.
El despliegue tiene que "reforzar" la protección de los consejeros militares de Estados Unidos y "suministrar consejeros para aumentar en hombres, equipar y formar el cuerpo 215º" del ejército afgano, precisó Lawhorn.
En la provincia de Helmand, principal centro de producción de opio en Afganistán, se produjeron los peores enfrentamientos entre insurgentes y tropas británicas y estadounidenses en la época en la que la misión de la OTAN estaba habilitada para combatir, hasta finales de 2014.
Desde entonces, los 13.000 soldados extranjeros desplegados en Afganistán, unos 10.000 de ellos procedentes de Estados Unidos, tienen oficialmente un papel de supervisión y de formación, y no de combate.
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