También murieron 20 yihadistas y decenas de ellos quedaron heridos en esa ofensiva del ejército, precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Inglaterra que dispone de un amplia red de contactos en Siria.
El régimen ha intensificado en la última semana sus bombardeos en la región de Palmira, conocida por su ciudad antigua situada en el desierto.
El ejército intenta expulsar a los yihadistas del EI, que conquistaron la ciudad el pasado 21 de mayo antes de ejecutar a civiles y destruir sus joyas arqueológicas inscritas en el patrimonio mundial de la humanidad.
Entre el viernes y el lunes, 50 yihadistas y 21 civiles murieron en bombardeos del ejército, según el OSDH.
El incremento de los ataques golpea duramente a los civiles y, según un médico citado por Rami Abdel Rahman, el director del OSDH, la falta de personal y de material médico ha causado la muerte de varios heridos. Otros han tenido que ser trasladados hacia ciudades dominadas por el EI como Raqa (norte), que también son objetivos de la aviación siria.
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