Regiones europeas piden a la CE mantener cooperación local con América Latina

Bruselas, 21 jun.- Las regiones europeas solicitaron hoy a la Comisión Europea (CE) que mantenga programas de cooperación al desarrollo descentralizada con América Latina como URB-AL, cuya tercera fase concluye este año y del que se han beneficiado 26 millones de habitantes.

"Los poderes locales son esenciales como agentes del desarrollo", señaló el director de Relaciones Internacionales de la Diputación de Cataluña y coordinador del programa, Jordi Castells, en una conferencia celebrada en el Comité de las Regiones.

Para Castells, potenciar modelos de cooperación entre regiones es clave en un momento de crisis en el que los modelos tradicionales centralizados quedan en entredicho.

El programa URB-AL inició su recorrido en 1995 y ha completado ya tres fases de actuación, con el objetivo de incrementar el grado de cohesión social y territorial de los gobiernos subnacionales de América Latina.

Con un presupuesto de 64,4 millones de euros no reembolsables, de los que 50 millones son aportación directa de la CE, se han financiado 20 proyectos de cooperación en más de 500 municipios con una población aproximada de 26 millones de habitantes y se han fortalecido 131 políticas públicas locales.

Además, en este programa se ha dado formación a 23.446 personas, se han generado 1.613 puestos de trabajo y se han desarrollado 389 obras de infraestructuras.

"El éxito de un programa que pone en valor el potencial de los gobiernos locales como agentes clave del desarrollo, que impulsa un enfoque transversal e integral y apuesta por los 'partenariados' puede lanzar algunas pistas sobre el futuro de la cooperación descentralizada", sostuvo Castells.

La secretaria de Relaciones Internacionales e Integración Provincial de Santa Fe (Argentina), Adriana Martínez, también presente en el encuentro, recalcó en su intervención que "los actores locales son los que están en contacto con los ciudadanos y los que conocen realmente los problemas a los que tienen que hacer frente".

Los proyectos financiados por este programa han potenciado las cinco dimensiones de la cohesión social -cívica, productiva, institucional, social y territorial- y han seguido un enfoque multisectorial.

Han cubierto, en otros, problemas de desarrollo económico y social de las regiones, políticas medioambientales, gestión y ordenamiento territorial, rehabilitación sociourbana, seguridad pública, fiscalidad y fortalecimiento institucional.

La directora de la Dirección General de Cooperación para América Latina y del Caribe de la CE, Jolita Butkeviciene, aseguró que este programa servirá de modelo para la nueva programación de cooperación de la Unión Europea en América Latina, aunque no concretó si habría una cuarta fase de URB-AL.

"Lo que hemos hecho en URB-AL lo llevaremos a un nuevo programa centrado en el desarrollo sostenible, la educación y la seguridad", afirmó Butkeviciene y se comprometió a que las autoridades locales mantengan un rol importante en estos programas durante el periodo 2014-2020.

El director de políticas horizontales y redes del Comité de las Regiones, Thomas Wobben, reivindicó "la necesidad absoluta de políticas descentralizadas", sobre todo en tiempo de crisis.