Retiro de Araya abre panorama inédito en Costa Rica y necesidad de acuerdos

  • La retirada del candidato presidencial oficialista, Johnny Araya, abre un panorama inédito en la historia electoral de Costa Rica con la obligación de realizar una segunda ronda, y además plantea a Luis Guillermo Solís, único aspirante, la necesidad de construir acuerdos.

Douglas Marín

San José, 6 mar.- La retirada del candidato presidencial oficialista, Johnny Araya, abre un panorama inédito en la historia electoral de Costa Rica con la obligación de realizar una segunda ronda, y además plantea a Luis Guillermo Solís, único aspirante, la necesidad de construir acuerdos.

Para la segunda ronda del próximo 6 de abril, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tiene un presupuesto de 4,1 millones de dólares y el proceso se realizará con normalidad pese al retiro de Araya el miércoles, pues la Constitución Política prohíbe renunciar a la candidatura.

"El proceso de elección continúa en marcha porque solo el pueblo puede determinar quien va a ser el próximo presidente", declaró hoy a Efe el asesor de Gestión Política y portavoz del TSE, Gustavo Román.

El funcionario aseguró que la candidatura de Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN), "sigue vigente" y que el proceso electoral "continúa dentro de los cánones normales fijados por la Constitución Política".

El analista político Claudio Alpizar dijo a Efe que el retiro de Araya no afecta al sistema democrático de Costa Rica, pero sí al proceso electoral y a la credibilidad de los costarricenses en la clase política, de por sí ya deteriorada.

"Lo principal es decir que nuestro sistema democrático es tan fuerte, tan sólido, que tiene la legislación correspondiente para este tipo de casos, así que tendremos elecciones, aunque tal vez un poco desteñidas", manifestó.

Para Alpízar, "no son válidas" las razones expuestas por Araya para desistir de sus aspiraciones presidenciales sobre falta de dinero para hacer campaña, los resultados negativos de encuestas hechas por el partido y divisiones internas.

"Es una eutanasia política sabiéndose perdedor y seguramente con un margen muy alto de oposición. Prefirió retirarse antes que esperar el día de las elecciones por una posible derrota histórica para el Partido Liberación Nacional", opinó el analista.

Por su parte, Luis Guillermo Solís, del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), dijo hoy que aspira a construir una unidad nacional que involucre a sectores políticos, sociales y empresariales, con el fin de enfrentar los retos más urgentes del país.

"No creo que la unidad se construye a partir de acuerdos entre cúpulas políticas que terminan repartiéndose como si fuera un queque (torta) los puestos del Estado, y tampoco entre dos partidos. Es un debate muchos más amplio con sectores privados, productivos y sociales", dijo Solís al programa Nuestra Voz de Radio Monumental.

Las tarifas eléctricas, el combate al contrabando, el gasto del Estado, el déficit fiscal, que en 2013 cerró en un 5,4 % del Producto Interno Bruto, y obras de infraestructura, han sido algunos de los temas señalados por Solís como prioritarios para el país.

Solís calificó al abstencionismo como "el enemigo de la democracia costarricense" y reiteró el llamado a la población para que acuda a las urnas el próximo 6 de abril, pues considera que será de esa forma que quedará legitimado un eventual Gobierno suyo.

"Para que el nuevo gobierno pueda acometer esa tarea tan importante y encaminarnos hacia la construcción de una agenda de Estado con los grandes proyectos que puedan sacarnos del punto de parálisis en que nos encontramos, se necesita un mandato claro, una expresión popular", argumentó.

Los sectores empresariales del país se pronunciaron en favor de luchar por "el interés país" y dejar atrás intereses partidistas y personales.

Entre las peticiones de los empresarios, sectores productivos y financieros, sobresalen la reducción de las tarifas eléctricas, no negociar más tratados de libre comercio, darle prioridad al desarrollo del turismo, combatir el déficit fiscal y estabilizar el tipo de cambio del dólar.

Para el analista Alpízar, ahora Solís tiene la oportunidad de construir con tranquilidad el diálogo con los diferentes actores económicos y políticos del país, así como para definir el equipo que lo acompañará en su gobierno para el periodo 2014-2018.

Así, el 8 de mayo próximo, podría "empezar un Gobierno que devuelva la credibilidad política, que es la gran falencia del Gobierno de Laura Chinchilla", aseguró.

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